Low Winter Sun AMC | 2013 Productores ejecutivos: Chris Mundy. Intérpretes: Mark Strong, Lennie James, James Ransome, Sprague Grayden, Athena Karkanis, Ruben Santiago-Hudson, David Costaible, Billy Lush. Valoración: |
Low Winter Sun se basa en una miniserie británica del año 2006 (escrita por Simon Donald para Channel 4) con el mismo nombre e interpretada también por Mark Strong. Esta versión para la estadounidense AMC está desarrollada por Chris Mundy, productor y guionista de algunas series conocidas como Mentes criminales y Caso abierto. No he visto la original (no hay quien la encuentre), así que no puedo comparar.
En la arruinada Detroit la delincuencia y la corrupción campan a sus anchas. La comisaría donde los detectives Frank Angew y Joe Geddes trabajan es un nido de agentes corruptos, empezando por el propio Geddes, aunque Agnew no se libra de sospechas tampoco. Asuntos Internos tenía los ojos puestos en Geddes y su compañero McCann, pero este último aparece muerto. Frank y Joe se lo han quitado de en medio y han tratado de colarlo como suicidio, pero su suerte dura poco cuando aparece otro cadáver ligado al fallecido y el investigador de AI se les echa encima hasta que el acoso que sufren mina la ya de por sí difícil relación entre ambos. Agnew no traga a Geddes, pero se ha metido hasta el fondo en su pozo de inmundicia y deben trabajar juntos para salir de él.
En diez capítulos Low Winter Sun ofrece un thriller policíaco bastante clásico en argumento y muy adaptado a los tiempos que corren en estilo, es decir, el desarrollo de la investigación no va a sorprender mucho, pero la perspectiva de tener unos protagonistas que son pura maldad le otorga savia nueva. Está claro que series como The Shield, Breaking Bad y el éxito popular de House han hallanado el camino para que protagonistas no ambiguos, sino rastreros y sin ética, sean recibidos más con fascinación que con rechazo. Aun así, Low Winter Sun llega a resultar desagradable en algunos momentos, y en el tramo final Geddes se convierte en uno de los personajes más odiosos que recuerdo.
Hay que decir que las primeras escenas del primer capítulo fallan bastante a la hora de introducirnos con eficacia en la trama y los personajes, pues a pesar de la importancia del momento (el crimen que da pie a la historia) es difícil entender qué está pasando. No sé si será cosa del guión o de la caótica puesta en escena, pero la serie merecía empezar con mejor pie. Por suerte, una vez entrados en materia la narración se asienta y discurre con dirección clara y bastante intensidad. La situación de Detroit, llena de miseria, crimen y gente deprimida, es palpable en el ambiente. Las tensas relaciones entre detectives acrecienta el tono malsano del relato. La insistencia casi enfermiza del tipo de Asuntos Internos añade un punto de locura sobre los protagonistas. Y el caso resulta una densa maraña de corruptelas, traiciones, juegos sucios y mucha desesperación. Por ello, la temporada ofrece una atmósfera oscura y agobiante muy lograda.
Los dos detectives protagonistas son unos hijos de puta de mucho cuidado, pero aun así enganchan rápido y se sufre de lo lindo siguiendo su caída al abismo. La lucha de Geddes por tapar su mierda, siendo incapaz de echar encima otra cosa que no sea nueva mierda, es espectacular, y lo lleva a una espiral de autodestrucción de la que es bastante consciente pero de la que no es capaz de salir. La fina línea que separa la lealtad de la supervivencia la traspasa sin mirar atrás, y Agnew debe lidiar con eso como bien puede. Agnew sí se pone límites, y a pesar de que por culpa del otro se estiran más de la cuenta siempre está tratando de no irse demasiado lejos, y al final, cuando ya asoma al infierno, reacciona. Y en esta serie no vamos a ver algo blandito, un giro donde el protagonista (medio) bueno salva la función con su ingenio y moral más centrada… No, las vueltas que da Agnew para intentar remontar también arrastran tragedia y miseria a partes iguales, y la desesperación lo lleva a estar a un paso de seguir a Joe. El capítulo final es impresionante, con escenas que te dejan sin aliento enlazadas una detrás de otra. Frank corriendo como un loco al aeropuerto, gritando en el banco, cortándose con un cúter al intentar enviar un paquete… y sobre todo destaca la visita a su exmujer, una secuencia de las que te dejan completamente hipnotizado: el instante en que casi se suicida es una de las mejores escenas del año televisivo.
Redondeando el excelente perfil de los protagonistas tenemos a dos actores muy acertados en sus papeles. Lennie James (secundario en numerosas películas y series, como The Walking Dead, Hung, The Prisoner 2009…) está inmenso como ser despreciable que se enfrenta a diario a sus demonios internos y a la situación extrema de vivir constantemente al límite, donde un paso en falso terminaría con tu culo en la cárcel o en el cementerio. Y el veterano y más conocido Mark Strong (uno de los mejores secundarios del cine: Robin Hood, El topo, Sherlock Holmes…) está inconmensurable, pletórico, ofreciendo uno de los grandes papeles del año: magníficos los cambios de humor del personaje, de sobrio y decicido a cabreado, asqueado y finalmente desesperado; las miradas intensas de este hombre lo transmiten todo en un instante.
El ritmo de la odisea de estos dos excelentes protagonistas es intenso y enérgico, frenético en ocasiones. La tensión en que viven se transmite muy bien y se hace muy densa en el tramo final, llegando a producir una eficaz sensación de agobio en el espectador. Sin embargo, no toda la serie es así. Por desgracia arrastra un problema importante que mina considerablemente su alcance y su calidad: una trama secundaria poco o nada acertada, una historia paralela sobre unos jóvenes que intentan sobrevivir en el mundo del crimen. Un golpe a una casa de droga, montar un tinglado con el producto, luchar por el territorio, hacer pactos con los contrictantes, tratar de aplastar al capo rival… La aventura del criminal con visión Damon (James Ransone, visto en multitud de series: The Wire, Treme…), su chica Maya (Sprague Grayden) y unos pocos colegas no aporta nada que no se haya visto ya mil veces en el género, y como no ofrece una perspectiva distinta y arriesgada que la haga interesante (como sí se hace con los detectives) resulta extremadamente previsible y por extensión poco atractiva. Además, la conexión con la historia principal es escasa, y desde luego no crucial en el desarrollo de los acontecimientos. Es pues una sección que rompe el ritmo, que da la sensación de lastrar de forma fatídica a una temporada con enorme potencial.
En cierta manera este problema nace con el propio concepto de la serie. La historia principal es inevitablemente cerrada y breve, porque si se estira el caso de los dos detectives es indudable que terminaría perdiendo interés. Lo que hacen los guionistas es darle una envoltorio de serie larga mediante tramas secundarias que seguir a largo plazo. Y no es que no funcione, es que falla bastante, porque parecen dos series mezlcadas en una. De haber otra temporada, hay que superar dos problemas. Primero, esta sección secundaria puede seguir navegando en muchas direcciones, pero no servirá de nada si no adquiere mayor trascendencia e interés. Y segundo, queda por ver si los guionistas serán capaces de estirar el inevitable enfrentamiento entre Geddes y Agnew, que no parece que pueda dar para otros diez capítulos salvo que metan aún más relleno.
Resumiendo, Low Winter Sun es un thriller de excelente atmósfera que ofrece un duelo espectacular entre dos personajes deleznables pero fascinantes interpretados con maestría. Es una lástima que las flojas historias secundarias le quiten tanto ritmo y fuerza, pero aun así es un título muy recomendable para amantes de las series policíacas.