GIRLS – TEMPORADA 3.

Girls
HBO | 2014
Productores ejecutivos: Lena Dunham, Judd Apatow, Jennifer Konner.
Intérpretes: Lena Dunham, Allison Williams, Adam Driver, Jemina Kirke, Zosia Mamet, Andrew Rannells, Alex Karpovsky.
Valoración:

Alerta de spoilers: Hay unos cuantos spoilers importantes.–

Nueva etapa en la vida de estas jóvenes neoyorquinas enfrentadas al proceso de maduración, de búsqueda de un lugar en el mundo. Nueva temporada de la dramedia más inteligente y sutil que hay ahora mismo en televisión. No será la más divertida, pero es la más compleja y profunda. Mucha gente sigue sin ser capaz de verlo y la pone a partir, aunque este año parece que son menos, de hecho algunos dicen que la serie está creciendo muy bien a pesar de que la temporada es exactamente igual en tono y calidad que la anterior. De hecho incluso se puede decir que se echa en falta esos capítulos atípicos y extraordinarios que hubo en aquella. Más bien parece que por fin han entendido de qué va, que se han hecho a su peculiar estilo.

Siguen destacando los diálogos llenos de capas y capas que describen magistralmente a los personajes, donde Lena Dunham no da nada mascadito, pues esto no es una telecomedia simplona, hay que estar al tanto de las sutilezas, las acciones que dicen mucho más de lo que parece, los gestos que expresan cosas no dichas… Un gran ejemplo está en cómo Hannah va a ver a Adam antes de su función, soltándole noticias gordas en un momento en que puede desconcentrarle, lo que de hecho provoca la ruptura de la relación liberándola de ataduras de cara a su nueva meta. ¿Lo ha hecho ella a propósito o inconscientemente? El espectador es quien decide.

También es destacable su capacidad para ir desgranando una a una las limitaciones de los jóvenes, con un problema detrás de otro, con un tono generalmente desesperanzador pero de forma que no cae nunca en un drama lacrimógeno, sino consiguiendo que cada resbalón sea una lección aprendida, alimento para el enriquecimiento personal. Las protagonistas rara vez son realmente felices, las situaciones casi nunca dan solo luz. Si hay una esperanza al final del túnel se ha llegado a ella sufriendo varios golpes. Incluso la muerte de la abuela se presenta como un paso más en la vida, no como una tragedia. El final de temporada expone esto magistralmente: Hannah es aceptada en una escuela de alto nivel para escritores, pero ir allí supone romper con todo lo que le daba algo de seguridad actualmente.

En cuanto a la trayectoria concreta de cada personaje, como se veía venir poco a poco los secundarios van ganando espacio, incluyendo los hombres, que al principio se centraba la cosa más en el grupo de amigas. Es difícil hacer una serie coral con formato corto (25-30 minutos) y temporadas cortas (diez las dos primeras, doce ésta), por eso todas las dramedias se basan en una figura central muy fuerte. La gente se quejaba demasiado de que Lena Dunham iba de estrella copando todo el protagonismo, lo cual es una gilipollez propia de la ignorancia. Simplemente no hay tiempo para más, hay que ir poco a poco. Si repartes el tiempo equitativamente no hay manera de definir bien a ningún personaje. Californication o El séquito valen como ejemplo: son dos de las dramedias con más secundarios con importancia y calidad, pero estos fueron creciendo paulatinamente. Si algo me jode de algunas críticas (con esto de internet cualquier tonto puede escribir y tener seguidores) es que se señalen fallos que no son tales o que se esperen cosas que una serie ni siquiera intenta ofrecer.

Adam ya no es solo el novio rarito y el nuevo pilar sobre el que Hannah se apoya. Conocemos más a fondo su forma de ser y lo que espera y desea de su entorno. Hannah le gusta, pero es un torbellino de emociones con altibajos enormes, y se ve que se esfuerza por aguantar ese lado malo, aunque a veces una mirada dice claramente «pero que se calle de una vez»… Me encanta cuando explota soltando verdades como puños. A la que ya no aguanta ni una es a su hermana, más vagabunda que hippie y realmente insoportable. Dunham es capaz de hacer que sus personajes sean repelentes a veces, pero aquí se explaya de lo lindo. Ray a su manera también es más maduro que las chicas (por edad y experiencia), pero obviamente no es perfecto y tiene sus propios temores. El avance de su carrera laboral le da seguridad, pero no suficiente para saber cómo enfrentar a Marnie. Con Shoshanna ya pasó página: no va aguantar más chiquilladas.

Hannah sigue dando tumbos sin encontrar una dirección que le dé seguridad y la encamine hacia su realización como escritora. A veces no sabe lo que quiere ni lo que esperar del mundo. El trabajo en la revista le da dinero y por tanto estabilidad en la sociedad, pero por dentro está llena de dudas: aquí no evoluciono como escritora. Los momentos en que se va o no se va son fantásticos, y la salida sin aceptar su indecisión, sino tirando de su egoísmo, es tronchante. La posterior cena con los colegas del teatro de Adam es uno de los grandes momentos del año: todos hablan de su buena situación y ella, celosa, le da la vuelta para dirigirlo todo hacia su enooorme tragedia de haber dejado un buen trabajo que no le gustaba; las caras de asombro de todos son impagables; dan ganas de abofetearla mientras te ríes por la magnífica composición del personaje y de la escena.

Marnie se quedó sin novio y sin trabajo, y por lo tanto sin sustento emocional. Ya hemos visto como se deshace y es incapaz de recomponerse si no es realizándose a través de otros. Lo intenta con Ray, lo intenta con el compañero de Adam, el que toca la guitarra. Aquí también tiramos de sutilezas excelentes: ¿reniega del video musical o lo ve como un logro donde demuestra al menos ser buena en algo? Sus numeritos con el playback del bar señalan más bien eso último. Por la música establece una conexión con este tipo, pero él tiene novia… Flipante cuando se queda escondida mirando cómo pelean por su culpa, anhelando que la deje por ella.

Shoshanna es la más joven e inmadura. Ni siquiera ha terminado de definirse a sí misma, tirando de estereotipos (Sexo en Nueva York es su referencia principal). La carrera es lo único que tiene en mente, y si falla ahí se vendrá abajo, como vemos al final. Aparte de eso su evolución no es muy destacable, pero ya le tocará. La que gana este año tras su ausencia en el anterior es Jessa. Ella es de ir por la vida a lo bestia, cogiendo una tendencia y siguiéndola hasta el final. Así el matrimonio se fue al garete, porque realmente no tenían nada en común, solo era otra locura. Después de ese fracaso se sumerge en las drogas. La estancia en desintoxicación es divertidísima, su salida hacia la nada (sin trabajo ni objetivos) la aburre soberanamente, y la recaída se ve venir. En la parte final entre estas dos logran otro de los instantes del año: Shoshanna localizando a la hija del amigo drogadicto y estampándoles en la cara a él y a Jessa que están jodiendo sus vidas. Elijah, el amigo gay de Hannah (y ya de toda la pandilla) es muy interesante también, y supongo que tarde o temprano le darán más protagonismo.

En cuanto a episodios concretos decía que no hay ninguno que como en la anterior sesión destaque por un estilo diferenciado o por ser más intenso, pero puestos a señalar alguno elegiría el de las vacaciones en la casa de la playa. Se juntan todos los amigos fingiendo normalidad hasta que la cosa explota y se lanzan frases hirientes pero en el fondo sinceras, hasta que parece que se odian y se van a separar. Pero como en la vida misma, al final se perdonan y se aceptan muchos errores, porque todos los tenemos. El plano donde empiezan a bailar al unísono basta para expresar que la amistad y la vida siguen adelante indistintamente de los baches que nos ponga el entorno o nosotros mismos.

Ver también:
Temporada 2.
Temporada 1.

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