Mother’s Mercy
Escritores: David Benioff, D. B. Weiss.
Director: David Nutter.
Valoración:
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—Alerta de spoilers: Te recuerdo que resumen y comentario tienen spoilers en cantidad, y en este capítulo los hay gordos.–
Sinopsis:
Stannis se enfrenta por fin a los Bolton, pero con su ejértico mermado. Brienne tiene a mano su venganza a costa de dejar de vigilar a Sansa. Esta intenta fugarse. Arya comete un desliz por egoísmo y sufre un severo castigo. Jon enfrenta una gran traición. En Meereen, Tyrion y Jorah tratan de poner orden ante el destino incierto de Dany. Cersei se rinde. En Dorne, las Serpientes de Arena desoyen el pacto entre Jaime y Doran.
Resumen:
Stannis avanza por fin hacia Invernalia, pero el precio pagado es altísimo: el sacrificio de Shireen afectó a Selyse, que acaba suicidándose, y el ejército, ya de por sí mermado, no recibió bien semejante acción y desertan muchos más. Melisandre ve la derrota inminente y sale huyendo. Los Bolton son más numerosos y van a caballo. Stannis es derrotado. Y mientras, Brienne deja de vigilar por si Sansa necesita ayuda y va tras su venganza: halla a Stannis… pero en el último momento no sabemos si lo deja con vida o no.
Sansa intenta huir en plena batalla, a pesar del jaleo que hay, y acaba lanzándose desde la muralla con Theon. ¿Es un suicidio en plan «seré libre en mi último aliento», o esperan sobrevivir? Arya ejecuta su plan para acabar con la vida de Meryn Trant y tachar otro individuo de su lista. Jaqen no parece tomarse bien su transgresión, y la chica acaba ciega.
Jon acepta la petición de Sam de ir a Antigua para estudiar para maestre. Muchos en la Guardia no aguantan más la política del nuevo Lord Comandante y deciden actuar… apuñalando a Jon hasta la muerte. En Meereen discuten cómo actuar ante la ausencia de Dany. Tyrion tratará de gobernar la ciudad con Gusano Gris, mientras Jorah y Daario irán a buscar a la reina. Ella está perdida no sabe dónde con Drogon herido. De repente se topa con un enorme khalasar.
Cersei se rinde, confiesa y pide misericordia a la Madre. El Gorrión Supremo le pone un castigo a la espera del juicio: deberá ir desnuda para expiar sus pecados desde el Septo de Baelor a la Fortaleza Roja, aguantando los improperios del pueblo llano. En Dorne, Jaime, Myrcella y Trystane parten hacia Desembarco del Rey. Pero Ellaria envenena a la chiquilla, que muere en brazos de Jaime.
Mejores frases:
-Melisandre: El Señor de la Luz ha cumplido su promesa, mi rey. Sus llamas han hecho que la nieve se derrita. El camino está despejado.
-Soldado: Alteza.
-Stannis: Dime.
-Soldado: Las tropas, muchos desertaron antes del amanecer.
-Stannis: ¿Cuántos?
-Soldado: Casi la mitad. Todos los mercenarios con todos los caballos.
-Otro soldado: Alteza.
-Stannis: Habla. No puede ser peor que un motín.
-Sam: Pero mataste a un Caminante Blanco.
-Jon: Con Garra. Los vi hacer pedazos hachas de acero como si fueran de cristal. Pero Garra…
-Es de acero valyrio. ¿Cuántas espadas de acero valyrio quedan en los Siete Reinos?
-No las suficientes.
-Sam: Envíanos a mí, a Elí y al bebé a Antigua para que pueda convertirme en maestre. Para eso es para lo que estoy hecho. No para esto.
-Jaqen: No eras quien para arrebatarle la vida a ese hombre. La chica ha robado al Dios de Muchos Rostros. Ahora hay que pagar la deuda. Sólo la muerte puede pagar por la vida.
-Septa: ¡Vergüenza!
-Por la guardia.
-Por la guardia.
-Por la guardia.
-Por la guardia.
-Por la guardia.
Análisis:
El final de temporada se inclina por abarcar de todo un poco y dejar muchas cosas en suspenso para engancharte de cara al próximo año. Algunos giros funcionan porque te dejan bastante intrigado o cambian el tablero de juego de forma imprevisible. Pero otros en cambio son bastante malogrados, porque resultan forzados o son tramas con un pobre desarrollo, conformando un capítulo intenso de primeras, pero al que se le ven muchas costuras en un segundo visionado. Es decir, es algo irregular y desaprovecha un potencial enorme, como viene siendo habitual en la serie.
Además va arrastrando otras dos polémicas, una para lectores y otra para no lectores. Como ha muerto otro personaje principal muy querido tenemos que tragar con una nueva tanda de espectadores inmaduros y lloricas echando maldiciones, como si causarte fuertes sensaciones significara que es una mala serie, cuando obviamente es lo contrario. Y los lectores entramos ya en la cuestión de si seguir viendo la adaptación o no, porque como se esperaba no sólo ha cogido a los libros, sino que en alguna trama parece adelantarlos, eso sí, con otra cuestión en el aire: ¿el avance es inventado o se basa en lo que les haya contado George R. R. Martin a los guionistas? La caída de Jon es el golpe doloroso que muchos se han tomado mal, cuando es un giro que se ha ido sembrando muy bien a lo largo de la temporada, con lo que en ningún momento parece desubicado o tramposo. La batalla de Invernalia es la historia que supera a las novelas. En ellas nos quedamos con Stannis atrapado en la nieve, mientras que aquí conocemos un desenlace, del que no sabemos si es inventado o qué.
Lo que sí puedo decir es que esta sección tiene tanto aciertos como fallos absurdos, como le ocurre al resto del episodio. El desastre en que se convierte la campaña de Stannis está muy bien trabajado a lo largo del año. Su destino es esquivo, y para poder perseguirlo prácticamente estaba atado a mantener un curso de acción lleno de dificultades, porque las otras opciones eran prácticamente imposibles. Qué iba a hacer, ¿atacar Desembarco del Rey otra vez? No, opta por una estrategia más a largo plazo, recuperar el Norte, ganarse a más gente para su causa. Pero las cosas le salen torcidas, por mucho sacrificio (literal) que haga, y termina fracasando. El gran Stephen Dillane clava las emociones de sus últimos momentos, que van desde la determinación conteniendo todo el deseo de llorar y estar en otra parte (grandísimo el gesto al ver a la esposa ahorcada), a la fría resignación cuando ve que tiene que seguir pase lo que pase, con el ejército bajo mínimos y Melisandre huyendo, para terminar en la aceptación de la muerte inminente.
Pero los guionistas se aferran a dos clichés que minan la gran fuerza que venía teniendo el desenlace de esta trama. Primero, Stannis no es tonto y sí resistente hasta la cabezonería, con lo que es dado a exprimir todas las opciones hasta el último aliento. Es decir, no me trago que se enfrente a los Bolton en plan suicida teniendo aunque sea mínimas posibilidades delante: la lógica más simple dice que ante la caballería lo mejor es replegarte al bosque para reducir su ventaja. Pero no, se queda ahí plantado. Segundo, por seguir forzando un desenlace típico de cine, con la venganza de Brienne la cagan aún más. No es verosímil que él sea el último superviviente, todo para que la mujer lo encuentre sin problemas. Son casualidades demasiado remotas que no encajan en una saga muy cruel e impredecible. Cada vez más, Benioff y Weiss se están dedicando a contentar a los espectadores no lectores, incluyendo situaciones comerciales, es decir, agradables para el espectador que espera emociones facilonas y predecibles. Lo mismo al final con el agradable reencuentro de Tyrion y Varys. No, el original no es tan idílico y estereotipado.
Aparte hay que señalar que a Stannis no se lo ve morir bajo la espada de Brienne, y no me parece que esté claro si la expresión de ella es de duda de último momento o de decisión con rabia. Y si un personaje no muere en pantalla, es un personaje que sigue vivo. La elipsis es clara, es un cliché enorme como toda la escena, y si no querían decir eso, que no hubieran usado un recurso tan básico. Señalo esto porque me da la impresión que los realizadores sí lo han querido matar, pero la escena les ha salido rana como la violación de Jaime a Cersei que luego tuvieron que decir que no era tal.
Sansa llega a un punto de inflexión también, uno bastante postergado, porque después de prometer bastante, la trama de Invernalia se estancó. La chica no ha madurado como esperábamos, ha tenido otro ciclo semejante a los ya vividos anteriormente. Al menos sí puedo decir que el cambio respecto a las novelas iba bien encaminado: allí ve reducido su protagonismo, y aquí lo recuperan muy bien enlazando además otras historias que hubieran requerido incluir personajes secundarios innecesarios a estas alturas. Pero sí, es una pena que el viaje emocional haya sido tan esquemático y breve. Y la esperada fuga no ofrece nada llamativo, sucede con otros tantos clichés y detalles endebles. Sansa decide escapar cuando más ajetreo hay en Invernalia. Sí, hay menos gente porque las tropas están fuera, pero quedan muchos para defender la fortaleza, y todos están alerta y activos por todas partes. Lo lógico era huir por la noche un día de calma. Supongo que se puede atribuir a la desesperación, el último intento antes de que vuelva Ramsay, pero no sé, ni Sansa me parece tan tonta. Además tiran de otro tópico hollywoodiense: el innecesario momento de tensión y venganza contra la chica que la acosa, la tal Myranda y sus pestañas maquilladas. Y esta parte también acaba con una elipsis absurda: no muestran la caída. ¿Entonces cómo me lo tomo? ¿Como un suicidio poético, Theon y Sansa recuperando su libertad en sus últimos instantes de vida? Porque sin mostrar un buen montón de nieve que acolche su caída los doy por muertos, y si empezamos la siguiente temporada con ellos por ahí correteando sin explicarse nada, pues me parecerá otra chapuza.
La historia de Arya sale mejor parada. Más fiel, más intensa, y esta vez sí, con una elipsis bien usada. Aparece disfrazada ante Meryn Trant, pues no hacía falta mostrar más de su plan, se deduce perfectamente lo que iba a pasar en el capítulo anterior. Sólo quedaba por ver si salía airosa, qué impacto emocional tendría en ella, y qué pasaría con su entrenamiento. Queda ciega como en los libros, aunque sea de forma ligeramente distinta. Eso sí, no llega a cargarse al tipo que tenía encargado, que en la novela lo hace de forma ingeniosa, pero no es algo relevante.
Dorne acaba como empezó, siendo una sección con la que cumplen con desgana, sin esfuerzo por darle la entidad, fuerza e inteligencia necesarias. La falta de esta última es alamarmante. Qué simpleza, qué clichés. Al final hay un golpe de efecto, el atentado contra Myrcella… pero es el más flojo del episodio, porque es el más predecible y porque su entorno carece de interés. Tras toda una temporada no sabemos más de Dorne, sólo que las Serpientes de Arena quieren matar a los Lannister y Doran estarse quietecito. El dibujo de aquellas no ofrece ningún matiz nuevo, nada que justifique mejor sus motivaciones, nada que enganche al espectador. Dorne se queda en la fachada, nada sabemos del lugar y sus gentes. Qué poco han aprovechado Sevilla, después de todo. Y Doran es un cero a la izquiera en el juego de tronos. ¿Cómo puedes estar una temporada entera sin describir quién es, cuál es su táctica y sus objetivos? En la novela su determinación, paciencia e ingenio te dejan a cuadros: cuidado con este que puede cambiar todo el paisaje político. Aquí parece puro relleno. La mítica frase: «Venganza. Justicia. Fuego y sangre» está tan ausente como el interés.
Y para colmo acaba con otro cliché de cine barato cuando lo que hacía falta era ser sutil. Bastaba con poner a Ellaria tirando el frasquito, pero no, tiene que aparecer sangrando, es decir, se toma el antídoto cuando el veneno le está afectando a los órganos internos. Es de un ridículo alucinante. Es más, yo pensaba que sangraba porque es inmune pero le hace un ligero daño. Pero no, los guionistas exponen la escena como si fuera para tontos redomados. Igual que toda esta sección durante toda la temporada. Lo único salvable es lo creíble que hacen los actores Nicolaj Coster-Waldau y la joven Nell Tiger Free la escena de reunión familiar… de la que, viendo cómo acaba, hay que decir que es muy larga para no servir para nada.
La parte de Meereen es muy básica, un simple posicionamiento de personajes, porque el giro gordo ocurrió en el episodio previo. Y es puro fanfic. El trío Tyrion-Jorah-Daario hace gracia, lo que salva una escena muy obvia y limitada, aunque eso sí, cabe preguntarse cómo tardan tanto en darse cuenta de que deberían estar buscando a Dany. Además, la aparición de Varys maximiza la sensación de que esta parte está para contentar a los fans, poniendo a Tyrion donde todos quieren verlo. Pues yo quería verlo como en la novela, en un embrollo enorme sin un futuro claro, no en algo tan facilón. Dany al final sí acaba perdida en las montañas, a pesar de que podía controlar al dragón, con lo que el comportamiento de Drogon en la arena es otro cambio de esos que parece olvidarse de un capítulo a otro, generando incongruencias. Por lo menos, a pesar de mis dudas acaba topándose con un khalasar, pero claro, uno anónimo, porque no hay personajes con nombre, que a los dothraki los han tratado de pena en la serie. Eso sí, no entiendo por qué alargan y alargan el plano donde la rodean cientos de jinetes. Que ya me he enterado, oigan. Y me pregunto para qué se quita el anillo si sigue con el collar, es decir, no es porque sea una joya. ¿Es un anillo de compromiso? Y si lo es, ¿lo esconde porque no quiere que deshonren a Hizdahr robándolo, o lo tira porque ya no quiere saber nada de esa farsa? Si vas a poner una escena de este tipo, con simbolismo, tiene que poder deducirse qué quiere decir.
Otra cosa que se puede comentar de esta historia es que el famoso y espectacular nudo meereense ha desaparecido por completo. No hay conflicto con las otras ciudades de la Bahía de los Esclavos ni con Qarth (aunque en algún momento hicieron un amago de guerrear con Qarth), no se presenta una situación de caos y guerra inminente, ninguna enfermedad (la cólera) afecta a refugiados porque estos no existen… Pero bueno, no me voy a quejar mucho porque en una adaptación, y más una tan grande como esta, hay que recortar y resumir. Se centran en la política local, que vale de sobras para mostrar el viaje interno y externo de Dany, su aprendizaje como reina y su crecimiento personal. Pero claro, es una pena que el complejo y atractivo panorama se haya simplificado tanto.
El trágico destino de Jon también dista de ser perfecto. El gran impacto de su muerte está ahí, era difícil echarlo a perder, pero la escena podría… qué digo, debería haber sido mucho más intensa, trágica, demoledora. Parece que la meten de sopetón para que resulte un giro repentino e inesperado, y eso no funciona, precisamente porque resulta muy precipitado. Una secuencia más larga, que trabajara la atmósfera de tensión creciente, de inquietud, y que explicitara mejor la tragedia cesariana del personaje, era algo que se pedía a gritos. Y es inexplicable por qué no lo han hecho, cuando la trama de desencanto de la Guardia con la política del nuevo Lord Comandante ha estado muy bien gestionada, después de varias temporadas donde la parte de Jon y el Muro estaba muy desaprovechada. Al menos no cambian el nuevo destino de Sam, que por fin toma camino hacia Antigua. Aparte, me pregunto cómo Davos ha tardado en llegar lo mismo que Melisandre, más teniendo en cuenta que él iba con prisas y ella desganada. Además, que baje del Muro queda un poco raro; sí, ha podido subir para hablar con Jon, pero no sé a cuento de qué viene empezar la escena con una acción tan concreta sin explicar claramente.
El paseo de expiación de Cersei es la escena a la que más tiempo dedican, y aunque es algo intensa y transmite bien tanto su esfuerzo por mantener el tipo como su humillación, tampoco se libra de algún achaque: el mejorable y cuestionable uso de una doble de cuerpo y de nuevo la falta de sutileza. La escena es demasiado larga. Ya desde el corte de pelo se nota que están estirando demasiado el asunto cuando queda claro qué se quiere transmitir. Si lograran una atmósfera enrarecida y trágica hasta dejarte sin aliento, pues mira, pero al final el paseo no es para tanto, no le sacan el partido que podrían. Lena Headey lo hace bien, pero no está como para dejar al espectador desgarrado por dentro en su caída al abismo. Y encima la doble de cuerpo te saca de la escena en varias ocasiones. De primeras se nota el físico de una persona más joven y con más curvas. Los planos de espaldas se ve que no es ella. Y el rostro de Headey insertado digitalmente encima se nota muchísimo en algunos planos cercanos (la imagen que incluyo, por ejemplo).
Todo esto se podría haber evitado. Primero, no contratando a una actriz que no se va a desnudar en ningún momento, ni cuando más lo exige el guion. Querían un rostro conocido en un rol principal, y no pensaron en las consecuencias. Así, Cersei nunca ha sido la mujer sensual y erótica de las novelas porque Headey no quería serlo y los guiones lo han tenido en cuenta. Y segundo, no hacía falta tener un desnudo integral en primeros planos durante tanto tiempo. Bastaba mostrar senos y culo en un par de planos (algo que ella hizo por ejemplo en 300), el resto se debería haber centrado en el rostro, en su viaje emocional y su sufrimiento. Aquí parecen más empeñados en sacar provecho de la actriz que encontraron dispuesta a todo que en darle la emoción necesaria a la escena. Una cosa es usar dobles en situaciones de riesgo o que el actor no pueda realizar por alguna razón (y no, al contrario de los que se empeñan en repetir algunos, ningún embarazo tuvo nada que ver aquí), pero si lo que tienes es una actriz que se está negando a esa escena ya desde antes de contratarla, pues la cagada por parte de los productores es enorme.
Para empeorar las cosas podemos pensar en lo que costó rodar la dichosa secuencia. Dicen algunos medios que los cuatro días de rodaje en exteriores se fueron a 200.000 dólares, en parte por el despliegue de extras, pero sobre todo por la desmedida seguridad, pues se empeñaron en que nadie fotografiase lo que iban a grabar… ni tampoco lo relatase, porque todos los implicados firmaron contratos de confidencialidad escalofriantes. Vamos, está claro que los productores no querían que el uso de la doble saliera a la luz. Pues hoy en día eso es imposible. Además tenemos que añadir el presupuesto de postproducción. Si en Los Soprano se gastaron 250.000 dólares en la escena que tuvieron que apañar tras la muerte de la actriz que hacía de madre del protagonista, pues aquí la cifra rondará lo mismo. Es decir, solo una escena que no hubiera sido más compleja y cara que cualquier otra de la serie, termina costando un pastizal, más que muchos capítulos enteros de muchas series, por culpa de una cantidad de decisiones muy poco justificables.
Y después de todo este jaleo no nos indican qué pasa con Margaery, un personaje que han dejado de lado por completo. No puedes darle tantísima importancia a Cersei y olvidar otra protagonista que se encuentra en una situación semejante. También falta Olenna en la llegada de Cersei a la Fortaleza Roja. Aparte, tampoco sabemos nada de Meñique desde hace mucho, y siendo uno de los intrigantes esenciales me parece otro error. Es capaz de viajar instantáneamente y de desaparecer. Sin duda es un mago.
Este capítulo vuelve a poner de manifiesto que, a pesar de las muchas virtudes que tiene, la irregularidad y las meteduras de pata claramente evitables son ya algo intrínseco a la serie (y parecen ir creciendo poco a poco), desaprovechando un potencial enorme. Es decir, Benioff y Weiss no han resultado ser los realizadores más adecuados para esta producción, pues no tienen el talante e inteligencia suficientes para dar una obra equilibrada y sobresaliente como se podría. Con todo, también podría ser mucho peor, claro, y algunos de los aciertos, como el empeño en tener un nivel visual de primera o lo bien que han captado a la mayor parte de los personajes, son dignos de alabanza. Pero precisamente ver que se quedan tan cerca pero cada dos por meten patinazos absurdos es bastante decepcionante. Ya son muchos los lectores que han abandonado, desencantados porque después de prometer bastante la adaptación no está alcanzando el nivel que podría. Y la prueba de fuego llegará el próximo año, cuando lo que escriban sea cada vez más de su cosecha propia, porque el libro sexto aún no está terminado. Ahí veremos si todo lo bueno que han conseguido, que no es poco, es porque las magníficas novelas se lo han puesto fácil. Bueno, lo verá quien se atreva a seguir, porque estropearse la lectura de los libros viendo una adaptación, por muy buena que fuera esta, pocos lectores lo van a hacer. Pero este tema da para un artículo entero aparte…