Archivo mensual: marzo 2010

URGENCIAS – TEMPORADA 13.

NBC | 2006-2007
Productores ejecutivos: John Wells, Christopher Chulack…
Intérpretes: Laura Innes, Maura Tierney, Goran Visnjic, Parminder Nagra, Linda Cardellini, Scott Grimes, Mekhi Phifer, John Stamos, Shane West, Chloe Greenfield, Leland Orser, Troy Evans, Stanley Tucci, Forest Whitaker, Laura Cerón, Dominic James.
Valoración:

En su decimotercera temporada Urgencias sigue siendo la cúspide de la televisión de calidad, y aunque en esta década dorada se ha encontrado con bastantes rivales sigue siendo magnífica y difícil de igualar. Sin embargo, sí puedo hablar de un ligerísimo bajón de intensidad en este año comparado con sus predecesores.

Como es habitual la trama se centra en mostrar la vida diaria de un grupo de personajes, relatando aspectos personales y sociales de actualidad. Corriendo los años 2006-2007 predomina un ambiente donde todavía colea la nefasta etapa beligerante de George Bush (Neela –Parminder Nagra– todavía llora la pérdida de Gallant –Sharif Atkins-) pero se atisba la esperanza con la campaña de Obama. Y los guionistas de Urgencias, con su claro posicionamiento moderno y comprometido, no dudan en aprovechar para apoyarle utilizando un punto clave de su discurso que tiene clara relación con la serie: la reforma sanitaria. Numerosos capítulos se centran en mostrar y criticar deficiencias del sistema, con críticas mucho más claras y afiladas que de costumbre. Siendo una producción que se emite en abierto es un posicionamiento arriesgado para la reaccionaria población estadounidense, así que bravo por su valentía y compromiso.

En los personajes, también como es habitual, hay relevos en los que clásicas figuras se marchan y nuevos protagonistas aparecen para aportar nueva savia. Weaver (Laura Innes) tiene una despedida bastante buena después de un par de años donde no sabían muy bien hacia dónde llevar el personaje, y la entrada de Tony Gates (John Stamos) está a la altura de lo esperado: es un personaje bastante clásico, el guaperas respondón, pero tiene carisma, resulta creíble y el actor cumple correctamente con su cometido. Destacar también el acierto de casting con la pequeña Sarah (Chloe Greenfield), la niña de la que cuida Tony: es difícil encontrar actores de tan corta edad que no resulten repelentes. De los que se mantienen en el reparto principal, Neela, Sam (Linda Cardellini), Abby (Maura Tierney), Pratt (Mekhi Phifer) y Luka (Goran Visnjic) mantienen muy bien el tipo, sin mostrar desgaste (personalmente, Neela y Abby son de mis favoritos de toda la serie, y Pratt no me entusiasma demasiado), y Morris (Scott Grimes), con quien en un principio me costaba conectar, pues me parecía un secundario humorístico forzado, está dando mucho más de sí de lo que esperaba; ya es un personaje más, uno excéntrico pero dentro de los límites tan realistas que siempre ha marcado la serie. Las tramas de Sam con su hijo (brutal desenlace del clímax del final de la temporada anterior –el secuestro por parte de su novio-), la boda de Luka y Abby (divertidísima), otras menores como la de la fotógrafa con enfermedad terminal y algunas de un solo capítulo como la de los homosexuales ancianos son magníficas. Secundarios como el cirujano Dubenko (Leland Orser) o Frank (Troy Evans), el de recepción, con cada vez más protagonismo, ponen la guinda a un repertorio de personajes exquisitos. Y en los últimos episodios introducen de forma espectacular a Moretti (Stanley Tucci) como nuevo jefe de urgencias y grano en el culo para los demás caracteres; su presencia es imponente y sirve muy bien como punto de conflicto en un grupo de amigos bastante cohesionado y sin muchos roces.

Pero también tiene algunos puntos negativos que, aunque no siendo graves, sí impiden que la sesión sea de sobresaliente. La historia de Luka con un paciente que le demanda (Curtis Ames, interpretado por un siembre soberbio Forest Whitaker) es metida de golpe y de forma algo forzada (en otras palabras, falla su presentación), su desarrollo está bastante bien pero sabe a muy visto y su desenlace con secuestro y pistola es extremadamente previsible. Y siguiendo por este camino también me quedó la sensación de que ninguno de los otros clímax importantes del año tuvo la intensidad, la fuerza necesaria para resultar realmente impactante y memorable: el golpe de efecto con Ray (interpretado por Shane West y siendo un personaje que nunca ha dado demasiado de sí, de hecho parecía puesto ahí para dar más juego a Neela) no me sobrecogió ni dolió como supongo que pretendían, quizá porque es rebuscado y exagerado, y en el último episodio la escena de tensión final, con Neela aplastada por la marabunta de la manifestación, me resultó simplón y precipitado, aunque debo decir que el inicio de la temporada siguiente, que obviamente desarrolla esta situación, es impresionante. También me ha mosqueado que Jerry (Abraham Benrubi, el grandullón de recepción) desapareciera sin más de la serie tras su operación (fue herido en el tiroteo del novio de Sam): tan sólo en la temporada catorce mencionan de pasada que se ha ido a vivir a otra parte o algo así (en una conversación tan fugaz que ni recuerdo qué decía exactamente). El destino de un personaje secundario con tanta presencia debería haber quedado más claro; de todas formas, en la última temporada vuelve a aparecer en algunos episodios.

Como anexo indicar que Urgencias es la única serie que sigo en castellano. La empecé así y no me apetecía cambiar, pues tiene un doblaje muy bueno y en inglés, aunque sea con subtítulos, es probablemente la serie más difícil de seguir. Pero eso implica que debo tener fe en que los dobladores y traductores hagan bien su trabajo. En general el resultado es notable, pero gracias al dual he podido comprobar algunas pifiadas notables. La principal es que algunos todavía se empeñan en adaptar lo que ellos creen que algún espectador podría no entender (como convertir el famosísimo American Idol en el Festival de Eurovisión así por la cara). Eso de que juzguen mi nivel cultural y decidan alterar (porque no es adaptar, es versionar) una obra que no es suya, que sólo están traduciendo, me saca de quicio.

Y como nota final, cabe decir que la clásica cabecera de la serie ha sido eliminada, adaptándose así a los nuevos tiempos donde en muchos casos se incluye solamente un rápido flash a modo de logotipo. Así pues, el mítico tema de Urgencias de James Newton Howard deja de sonar (aunque podían haberlo mantenido en los créditos finales).

CANSINO LOBATO.

Cada vez que veo una carrera de Fórmula 1, el único deporte del que soy aficionado, tengo que lidiar con las mediocres retransmisiones que sufre en nuestro país (basta ya de cortar para ir a publicidad, por favor), pero también con la presencia de Paco Lobato como comentarista principal. Sus escasísimos conocimientos de la materia se pueden ocultar con la presencia de sus compañeros y de pilotos como De la Rosa y ahora Gené, que le corrigen constantemente y aportan una nota de cordura a retransmisiones torpes y caóticas, pero su partidismo, que roza el fanatismo, no se puede esconder y resulta muy molesto. Yo también quiero ver ganar a Alonso y que Alguersuari y De la Rosa obtengan buenos resultados, pero no a costa de desearle lo peor a los demás pilotos (cuántas veces ha rezado para que alguien se estrellara o ha aplaudido un error o accidente –mismamente hoy ha celebrado que Hamilton se saliera de pista cuando tenía a Alonso a punto de caramelo para adelantarlo-) ni a costa de soltar la fantasmadas que suelta este hombre. Hoy, con la apasionante carrera de Australia, ha alcanzado cotas que incluso para él son alucinantes. Por ejemplo ha estado un buen rato suplicando y quejándose de que Ferrari no diera orden a Massa de dejar pasar a Alonso, porque Alonso tiene que ganar sí o sí y la posición de su compañero le resulta irrelevante. Se cuida de justificarse diciendo que Alonso va mucho más rápido que Massa, pero en realidad en ningún momento Alonso tiene oportunidad de acercarse lo suficiente como para intentar un adelantamiento, y aún así en cada curva Lobato se exalta, se cree que Alonso va a pasarle (aunque esté a muchos metros de distancia) y llora porque Massa (que se ha ganado merecidamente su posición al no cagarla en la salida) no es justo (¿no tiene derecho a defender su posición?) y el equipo incompetente al no darle en bandeja a Alonso algo que tiene que ganarse. Y por supuesto Lobato se ciega ante otras posibilidades. Quizá Alonso ya no tiene los neumáticos como para arriesgarse, quizá Massa está rodando a la misma velocidad que él e intentar algo sería difícil y demasiado arriesgado. Y efectivamente, Alonso confirma este hecho en la primera entrevista que concede tras la bandera a cuadros, que concede precisamente al equipo de Lobato: que no tenía ni neumáticos ni ritmo como para enseñarle los dientes a Massa, y que aunque hubiera sido otro piloto distinto la situación se hubiera desarrollado igual. Un dato que Lobato no pareció escuchar, o que si lo hizo no le empujó a pedir disculpas por su delirante postura en las diez o quince últimas vueltas.

No debería permitirse un posicionamiento tan descarado y cutre en una retransmisión deportiva, pero, no entiendo cómo pues la gran mayoría de los aficionados no le soportamos (basta patearse Internet para ver las continuas quejas), parece que los medios han elegido y aceptado que Lobato sea la imagen oficial de la Fórmula 1 en nuestro país, así que tiene carta blanca para hacer lo que le venga en gana.

Por cierto, aprovecho para enlazar un buen artículo que critica el estúpido reportaje que hicieron en la base de Ferrari, donde se recurrió a chorradas pseudo-científicas propias de los médiums y otros flipados para hablar de los pilotos: grafología y morfopsicología en el garaje de Ferrari.

NOS CAMBIAN LA ACTRIZ DE CATELYN. POSIBLE PRESUPUESTO. UN GUIONISTA MÁS.

Jennife Ehle, que ha rodado el episodio piloto de Canción de Hielo y Fuego interpretando a Catelyn, ha sido reemplazada por Michelle Fairley para el resto de la serie (y con toda seguridad rodarán de nuevo las escenas que ya existan con Catelyn en el piloto). Las causas no han trascendido, pero pueden ser varias, siendo las más probables problemas personales y de agenda (donde puede ser bastante relevante el que recientemente haya tenido un hijo). Dudo mucho que sea por mal hacer (y aunque así fuera estas cosas no suelen decirse), pues Ehle tiene un currículo lleno de buenas miniseries británicas.

Los seguidores de Canción estaban más que contentos con Ehle, más que nada porque físicamente era muy adecuada para el papel, y el cambio nos choca por varias razones: primero porque ya nos habíamos hecho a la idea de contar con Ehle, segundo porque Fairley es demasiado mayor para el personaje y para mi gusto tiene un rostro muy severo, algo que resulta muy evidente en las fotos (Ehle en la izquierda, Fairley en la derecha):

Fichas en IMDB: Jennifer Ehle, Michelle Fairle.

Estos últimos días también han surgido otros datos de interés:
– El rodaje se inicia en junio y en principio la serie se estrenaría por estas fechas el año que viene.
– El presupuesto, aunque viene de fuentes no oficiales, rondaría los 45-50 millones de dólares, que viene a ser más o menos el que tuvo Deadwood (y la mitad del desmesurado de Rome), y que daría para 4-5 millones por capítulo, que es muchísimo en el mundo de la televisión.
Jane Espenson, guionista de sobra conocida por los aficionados a las series (escritora y productora ejecutiva de series como Buffy, Battlestar Galactica, Caprica), ha sido contratada para el sexto episodio. El resto (hasta diez) al parecer estarán totalmente en manos de los creadores, D.B. Wiess y David Benioff.

Fuente: Winter-is-coming.net.

EL FANATISMO Y EL PATETISMO DE LA CENSURA.

Con la aparición de Internet hemos tenido una suerte inmensa al poder usar sus foros y blogs como fuentes de información y opinión, como lugares donde discutir y aprender. Gracias a estos medios, los amantes del cine y de la televisión (entre otras muchas aficiones, pero son estas las relacionadas con este escrito) hemos proliferado como setas tras las lluvias. Pero como en todo, hay un lado malo. Y es que la democracia da voz y voto hasta a los más imbéciles…

Conozco blogs (de opinión, los de ciencia e historia son de otra categoría) que son muy populares, con decenas de comentarios por cada entrada, pero cuyo contenido es endeble, por decirlo suavemente, y conozco blogs que apenas tienen comentarios y cuyos artículos son magníficos. Eso es normal. Lo que no es normal es que en algunos que tienen un número de visitantes aceptable, a estos los traten como el culo porque sus autores se creen superiores y creen que tienen la fórmula definitiva de la objetividad. Supongo que al ser la edad media del bloguero baja (la mayoría adolescentes) predomina el fanatismo y escasea el sentido crítico, la coherencia y la visión temporal (sólo existe la serie de moda del momento, y ésta es la más mejor del mundo mundial).
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CONFIRMADA LA PRIMERA TEMPORADA DE CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO.

Varias fuentes, incluida la HBO a través de su Facebook, confirman de forma oficial la realización de la primera temporada de la serie que adapta Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin. El rodaje empieza en junio y constará de diez episodios.

Diez episodios es a la vez buena y mala señal, desde mi punto de vista: buena porque denota que la tratan como una superproducción tocha en plan Hermanos de sangre o Rome, y mala porque puede ser tan grande que, como Rome, Carnivàle y Deadwood, no salga lo suficientemente rentable como para mantenerla.

Roguemos que tengan la bondad de filtrar el episodio piloto un día de estos, porque esperar a que se estrene la serie puede ser desesperante.

En la ampliación os dejo la primera imagen, que está claro pertecene al prólogo y seguramente al personaje Will:
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