PRINCIPAL SOSPECHOSO – TEMPORADA 4.

Prime Suspect
ITV | 1995
Productores ejecutivos: Sally Head, Rebecca Eaton, Paul Marcus.
Intérpretes: Helen Mirren, Richard Hawley, Jack Ellis, Beatie Edney, Robert Glenister, JohnBenfield, Thomas Russell, James Laurenson, Helene Kvale, Stephen Boxer, Christopher Fulford.

Rompiendo con el formato anterior de un episodio largo por temporada (200 minutos emitidos en dos partes) en este cuarto año nos presentan tres capítulos independientes de 100 minutos (hora y cuarenta) cada uno. El cambio de dinámica es bien palpable, pues obliga a simplificar y acelerar las cosas, y si bien se agradecen los aires ligeramente renovados (obliga a mantener mayor dinamismo en historias y personajes), lo cierto es que ha sido a costa de perder intensidad y trascendencia. Sigue siendo una serie policíaca de gran nivel, pero esta temporada pierde algo de fuelle en comparación con lo redondas que resultaron las anteriores.

401. La niña perdida
The Lost Child

Escritor: Paul Billing.
Director: John Madden.
Valoración:

En primer lugar nos encontramos ante un clásico caso de secuestro de menores y pederastia. De nuevo el análisis social es denso y ofrece amplias y variadas perspectivas de este oscuro y doloroso mundo.

Nos encontramos con la calidad habitual: ritmo tranquilo pero intenso, personajes bien trabajados, resoluciones que llegan tras giros eficaces… Sólo una pega pongo, y es que a estas alturas se nota bastante el esquema que siguen los guionistas, pues me resulta bastante forzado que de nuevo haya un agente que mantenga una relación directa con el caso. Antes tuvimos la mujer que sufre el machismo, el negro con el racismo y los gays con el tema homosexual, y ahora resulta que uno de nuestros agentes más destacables e interesantes sufrió abusos de pequeño, algo que no resulta especialmente relevante en el relato y que desde luego podrían haber encajado mejor en el mismo, pues parece que se incluye por ser fieles a ese esquema.

En cuanto a la evolución de nuestra inefable Tennison, en el año anterior vimos fugazmente algunos problemillas personales (las difíciles relaciones, un embarazo no deseado) que tienen su extensión aquí: la decisión de abortar, es decir, de no tener familia y centrarse en el trabajo, se hace más dolorosa cuando se presenta una investigación que implica niños.

402. Círculos internos
Inner Circles

Escritor: Eric Deacon, Meredith Oakes.
Director: Sarah Pia Anderson.
Valoración:

El segundo caso es bastante atípico, alejándose considerablemente de los sesudos y complejos análisis anteriores así como del esquema narrativo recién citado. Es ciertamente más básico, más policíaco al uso. La investigación se desarrolla con la tónica habitual, con los roces entre agentes, sospechosos esquivos, interrogatorios, paciencia, presencia constante de los sospechosos y víctimas, etc., pero carece del elaborado mosaico de problemas sociales que acostumbraban a ofrecernos. Y precisamente esa falta de trascendencia se nota, porque le resta la fuerza que se obtenía al desarrollar historias de mayor alcance. Es decir, el caso está muy bien orquestado, pero carece de empaque suficiente como para ser recordado con gratitud.

En cuanto a Tennison, sigue su imparable carrera con los choques de siempre con los superiores, y sortea obstáculos con una pizca de ego y arrogancia y otra de prudencia e inteligencia. A veces se hace querer por su entereza, pero otras casi resulta tan repelente como los jefe a los que se enfrenta. Es indudable que los guionistas, en la búsqueda del realismo más detallado, entienden que hay que ser una trepa y tocapelotas para ascender en el cuerpo y luchar contra la difícil política que mueve los egos (y en esta investigación hay bastante del tema político).

403. El aroma del miedo
Scent of Darkness

Escritor: Guy Hibbert.
Director: Paul Marcus.
Valoración:

En este episodio lo más relevante es la considerable evolución del personaje principal, Tennison, donde los aspectos de su vida que ya venían mostrándose de anteriores temporadas (obsesión por ascender, por demostrar su valía, conflictos con los superiores, excesos con la bebida, relaciones románticas complicadas) alcanzan un máximo de vital importancia. Siempre ha estado en la cuerda floja, mosqueando a más jefazos de los debidos, pero aquí se asoma al precipicio peligrosamente. El desencadenante de su espiral de catástrofes es la vuelta al juego de Marlow, el asesino que capturaron en la primera temporada. La aparición de nuevas víctimas pone la sombra de la duda sobre su culpabilidad, y a Tennison le caen marrones a todas horas, hasta el punto de ser apartada del caso y poner en peligro su carrera.

Igualmente, poco a poco se han ido asentando algunos personajes secundarios (me encanta la fidelidad y perseverancia de Richard), aunque siguen pareciéndome algo desaprovechados. Cabe citar también un aspecto decepcionante: el cambio de actor para Marlow, que descoloca un montón.

Ver también:
Temporada 3.
Temporada 2.
Temporada 1.

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