EXTRAS – TEMPORADA 1.


Extras
BBC | 2005
Productores ejecutivos: Ricky Gervais, Stephen Merchant
Intérpretes: Ricky Gervais, Ashley Jensen, Stephen Merchant
Valoración:

Ricky Gervais y en menor medida su mano derecha Stephen Merchant, para quienes no los conozcan, son dos de los humoristas más destacados de la década en Reino Unido. Son los escritores, directores e intérpretes de programas varios, unas cuantas películas y sobre todo algunas series bastante aclamadas, pero su legado más destacable es la última revolución en la forma de hacer y entender la comedia, sea de chistes sueltos en un escenario o en forma de serie de televisión. Gervais ha popularizado un sentido del humor que va más allá de la acidez y la ironía y se sumerge de lleno en la auténtica vergüenza: se basa en construir personajes patéticos, humillarlos constantemente en situaciones cutres y ridículas y transmitir al espectador una sensación de asco, incomodidad y vergüenza que provoca carcajadas; en no pocas ocasiones también se pone patas arriba cualquier aspecto cotidiano con muchísima mala leche (racismo, política, amor, etc.). Ayudó también a lanzar una forma narrativa ahora muy utilizada: rodar en modo de falso documental, como si se estuviera realizando un reportaje sobre la vida o trabajo de los protagonistas, ayuda a dotar a esos personajes de un aura de realismo, con lo que el patetismo se hace más visceral, cercano, creíble.

En el año 2001 The Office sorprendió a propios y extraños con todas estas características, y si bien desde mi punto de vista pegó fuerte nada más que por este estilo rompedor, pues calidad no ofrecía mucha, es indudable que Ricky Gervais ha moldeado la comedia del presente, y su huella es ya muy larga. El remake estadounidense de The Office lo llevó a nuevas fronteras, tanto en el mapa como en calidad y éxito (de hecho es una de las mejores comedias de la historia), y luego fueron llegando otras como Modern Family o Parks and Recreations. Volviendo a Gervais y Merchant, entre otros tantos trabajos orquestaron otra serie de relativo éxito, llamada Extras.

En Extras seguimos a un actor fracasado (Andy, interpretado por el propio Gervais) que lleva años intentando meterse en el mundillo, conseguir un papel decente. Su trabajo se limita a apariciones como extra en unas cuantas producciones inglesas, donde siempre intenta, de forma penosa pues es un matado de la vida, conseguir que amplíen su papel, hacer amigos para conectarse, etc. Le acompaña su fiel amiga Maggie (Ashley Jensen), que es incluso más panoli que él. Sus motivaciones implican también el flirteo, donde aun arrastrando fracasos ridículos consigue rematar algunas citas… aunque eso no llena su vacío interior, su soledad.

En cada episodio de las dos breves temporadas (lo tradicional en Reino Unido) se topan con algún actor famoso que se representa a sí mismo… bueno, a una versión caricaturizada por este método de convertirlo todo en vergonzoso. Así, Patrick Stewart es un zumbado que sólo piensa en tetas, Ben Stiller es un pagado de sí mismo hasta límites alucinantes, Kate Winslet es una guarra de cuidado, etc.

Extras, como The Office, se me antoja sobrevalorada. La primera temporada de Extras es mucho más entretenida y divertida que la de aquélla, pero aun así se me ha resultado excesivamente simplona. Parece más un programa de sketches (números sueltos variados, con personajes en común de un programa a otro, tipo Vaya semanita) que una serie. El esquema de todos los episodios es el mismo: rodaje, intento de captar la atención del director, famoso diciendo cosas raras, amiga intentando ligar y fracasando en el proceso, la conversación que descoloca y deja en evidencia a los protagonistas mientras nos provoca arcadas a la vez que risas con algún tema polémico (racismo, enfermedades, etc.) y fin. Hay un poco evolución en esos dos únicos personajes relevantes al final de la temporada, con el guión de uno y el lío familiar de la otra, pero hasta entonces da la sensación de que como serie resulta bastante pobre. Pero también hay que decir que la pareja protagonista es simpática y su férrea amistad resulta creíble, y que en general como entretenimiento sin pretensiones funciona sin problemas, alcanzando algunas veces (menos de las esperables dado el género) su propósito: hacer reír. Pero sensación de calidad y huella en la memoria no deja ninguna.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.