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KINGDOM – TEMPORADA 1


Kingdeom
Netflix | 2019
Aventuras, suspense | 6 ep. de 43-56 min.
Productores ejecutivos: Seong-hun Kim, Kim Eun-hee.
Intérpretes: Ji-hun Ju, Bae Doona, Ryu Seung-ryong, Greg Chun, Hye-Jun Kim, Kim Sang-ho, Kim Sung-kyun, Heo Jun-ho.
Valoración:

Kingdom es la primera producción de Netflix en Corea del Sur. Está escrita por Kim Eun-hee y dirigida por Seong-hun Kim, dos autores que, sin tener una larga carrera, han cosechado cierto éxito en su país. Estaba pensado que fueran ocho episodios, pero el rodaje se alargó y se sobrepasó el presupuesto, de forma que se quedaron en seis. Presenta una historia de supervivencia zombi sumergida en una intriga palaciega en la corte medieval. Esta es una de las grandes ventajas de Netflix: conocer una cultura que suele llegar poco a España, pues no es sólo una serie coreana, sino una con tintes históricos.

Con zombis esperas algo adulto no sólo en términos de violencia y sangre, sino en la temática, a menos que sea una comedia loca tipo Shawn of the Dead (Simon Pegg, Edgar Wright, 2004). Pero aunque hay suficientes muertos sangrientos, en argumento y estilo resulta demasiado superficial y blanda. Tenemos un débil equilibrio entre el entretenimiento sin pretensiones y el típico producto comercial que roza la vergüenza ajena por combinar sin ton ni son géneros e ideas buscando la aceptación de todos los espectadores posibles. Es thriller político, aventuras, terror gore, comedia (muy tonta además), y de una escena a otra pasa de seria y adulta a loca y juvenil.

La descripción de los personajes, sobre todo los secundarios, se ahoga en viejos tópicos, la trama se apoya en unas bases muy pobres y se desgrana con torpeza y recursos burdos. Pero también hay que decir que al menos la pareja protagonista engancha y quieres saber qué le ocurrirá a continuación, y aquí y allá hay tramos donde amaga con desplegar su potencial, así que termina resultando entretenida, por momentos incluso emocionante, sobre todo en el espectacular tercer capítulo. Y en esas partes es cuando más se nota que debe demasiado al portento de puesta en escena que tiene.

Está claro que dinero han echado en grandes cantidades. El vestuario es excelente, los decorados imponentes y los grandes paisajes (casi todo está rodado en exteriores) cautivan. Con una fotografía estupenda y un buen director queda una impronta visual magnífica, de forma que hasta las escenas más parcas en contenido entran bien por los ojos, pero cuando llegamos a las partes más moviditas y a la acción parece una película de gran nivel. Lo que no está a la altura es la música, muy floja.

La pareja protagonista, el príncipe empanado que empieza a madurar y el buenazo pero competente de su guardaespaldas, tiene simpatía de sobras para llevar el relato. El despertar gradual del heredero al que los corruptos quieren destronar es muy predecible, pero no cae demasiado bajo, y con las situaciones y diálogos tan variadas que se trae con su compañero sumado a que los actores son la mar de competentes y tienen buena química entre ellos, sus aventuras resultan agradables de seguir. La enfermera que encuentran por el camino y el tipo misterio que es muy hábil sobreviviendo en cualquier situación también tienen cierto atractivo, pero me temo que en el tramo final a él lo dejan de lado y a ella le ponen escenas secundarias sin garra. Bueno, las bromas que le gasta al noble idiota que la sigue son graciosas, pero es que termina apareciendo sólo para soltar un par de chistes por episodio.

No sé cuál será el estatus de los actores principales en Corea del Sur, si son famosos o no. Sólo conozco a Bae Doona, la más internacional, vista en Sense8 (2015) y El atlas de las nubes (2012). En cuanto al doblaje, ya no los aguanto aunque el idioma original me suene raro de primeras, y no me la jugué y la vi en versión original con subtítulos en español. Al poco conoces a cada personaje lo suficiente para ver cuándo está siendo irónico, cuándo expresa miedo… Me puse en castellano una escena llena de sutilezas de ese tipo para ver qué tal está el doblaje, y todo el diálogo era plano, con la misma entonación, perdiéndose completamente el significado real de la situación. Y todavía hay gente diciendo que «te pierdes más leyendo los subtítulos».

Si el resto del repertorio de protagonistas e historias mantuviera este nivel digno habría salido una serie bastante mejor. Pero cuando nos salimos de las aventuras del príncipe tiene tan poco que ofrecer que hubiera preferido que el escritor se centrara en la parte de supervivencia y olvidara todo lo demás. Nobles traicioneros, villanos de manual, una conspiración harto previsible y moralejas básicas de tiranía y justicia se desarrollan con el mínimo esfuerzo. Y a veces hacen cosas raras: inluyen algún flashback repentino y torpes pausas para dar explicaciones de lo que está ocurriendo, como si pensaran que hacía falta aclarar alguna parte a pesar de lo simple y obvio que es todo. Pero la cosa empeora en los personajes más secundarios. El maestro sabio y los gobernantes locales estúpidos resultan roles demasiado rígidos que escupen frases épicas chorras y humor inmaduro y están encarnados por actores histriónicos, resultando difíciles de aguantar desde sus primeras apariciones.

Los zombis son peculiares, porque atacan sólo de noche, cual vampiros. Pero me temo que no es una idea que enriquezca el género, sino una excusa para parar de vez en cuando el curso de la acción, para estirar las historias: atacan y duermen a conveniencia del guionista. La intriga inicial con qué está pasando y cómo reaccionarán los protagonistas mantiene la expectación. Los primeros choques y combates también. Parece que vamos a tener una odisea caótica y agobiante como se espera del género… Pero tras el buen subidón en su ecuador se vuelve a venir abajo en el final, donde todo empieza a hacerse repetitivo. Otra vez se refugian tras murallas en espera de ataques y teniendo insípidas maquinaciones políticas, pero nada cambia, salvo que prometían ofrecerte una gran batalla como desenlace… y se tiran todo el episodio así, uno entero de seis, amagando, anunciando grandes cosas, para terminar sin que nada haya ocurrido. Vamos, el típico gancho para que veas la siguiente temporada.

Tuvo una audiencia notable e inexplicablemente la crítica la recibió como si fuera una de las granes series del año. Lo raro es que con el éxito no le dieran más de dos temporadas, aunque sí un breve spin off a modo de película y precuela, Kingdom: Ashin del Norte (2021).