BBC | 2010 Productores ejecutivos: Steven Moffat. Escritor: Steven Moffat. Director: Toby Haynes. Intérpretes: Matt Smith, Michael Gambon, Karen Gillan, Arthur Davill, Laurence Belcher, Katherine Jenkins. Valoración: |
Como los últimos años, el día de Navidad el canal BBC emite un especial de Doctor Who, un episodio aislado de las temporadas y que salvo excepciones (como el año anterior, cuando no hubo temporada, sino episodios sueltos) se enmarcan precisamente en la temática navideña.
En un desconocido planeta de humanos un tirano controla el extraño clima de nieblas que contienen peces. Con Amy y su novio a punto de estrellarse en él en una averiada nave espacial, el Doctor debe lidiar con el dirigente para que apague los campos de protección y sus amigos puedan aterrizar sin acabar en catástrofe. Para tratar de convencerle sólo ve una solución: apelar a sus sentimientos para que cambie de parecer. Pero la cosa no será fácil, pues con el fin de alcanzar las motivaciones y los miedos internos del dictador deberá viajar a su pasado e interferir en el desarrollo de su personalidad desde su infancia… Y los resultados de las idas y venidas en el tiempo no salen casi nunca como uno espera.
La unión de aventura de viajes temporales, conflictos personales y la temática navideña de unión familiar, perdón y felicidad derrocha originalidad por los cuatro costados y mantiene un equilibrio admirable. Ideas como la de los peces en la niebla resultan fascinantes, y más cuando forman parte tan importante del argumento. Es decir, el mundo recreado no es solo un fondo colorista para enmarcar la aventura en la ciencia-ficción fantasiosa, sino que como es habitual en la serie la sociedad construida y los habitantes que resultan protagonistas se relacionan con el entorno de forma imprescindible para la historia. No es fácil lograr algo así en tan corto espacio de tiempo, y Doctor Who lo hace en todos los episodios, obteniendo en muchos casos, como en éste, resultados memorables.
El capítulo es de los más bonitos y emotivos que ha dado la saga, sin olvidar mencionar que siguen presentes el ritmo trepidante y su humor habitual (el chiste de los dos intentos con el tiburón –uno por brazo- es genial). Solo le puedo poner una pega, y es prácticamente un apunte personal: Karen Gillan (Amy) sale poquísimo, pues la trama se centra en Michael Gambon (conocido sobre todo por encarnar al mítico Dumbledore en varias películas de Harry Potter). Y como es habitual en semejante actorazo de la rica escuela británica, está inconmensurable.
La puesta en escena es magnífica. La serie ha alcanzado hace ya bastantes años un nivel de superproducción televisiva que quita el aliento en algunos episodios. Y no es solo por la calidad de los efectos digitales y los impresionantes decorados, sino sobre todo por el excelente provecho que le sacan los artífices principales: dirección, fotografía y montaje son sublimes y ofrecen unas imágenes tan profesionales como espectaculares y, en este episodio, especialmente hermosas y cautivadoras. Como curiosidad indicar que es descarada la elección de mostrar el puente de la nave con el estilo de la nueva película de Star Trek, con tonos brillantes y reflejos constantes en la cámara.
A Christmas Carol es uno de los grandes episodios de Doctor Who, destacando sobre todo porque la magia propia de la serie brilla con especial intensidad.