HIT & MISS – TEMPORADA ÚNICA.

Hit & Miss
Sky Atlantic | 2012
Productores ejecutivos: Paul Abbott.
Intérpretes: Chloë Sevigny, Karla Crome, Reece Noi, Jorden Bennie, Erin Shanagher, Vicent Regan, Jonas Armstrong, Ben Crompton.
Valoración:

En la televisión actual, desinhibida, atrevida y madura como nunca (y desde luego mucho más valiente que el cine contemporáneo), parecía difícil encontrar un tema social candente y poco abordado con el que romper esquemas otra vez. Pero la británica Hit & Miss inesperadamente lo hace. Esta producción de Sky Atlantic escrita por el ínclito Paul Abbott (autor de joyas como State of Play y series como Shameless) se atreve a sumergirse en el trágico mundo de los travestis, de las personas que saben que son de un sexo pero viven el cuerpo de otro, y además, acorde a los tiempos que corren, amigos de los protagonistas sombríos y de dudosa moral, también convierte a la protagonista en una asesina a sueldo.

Mia es una solitaria y fría ejecutora que de pronto se topa con fantasmas del pasado. En pleno proceso de su conversión a mujer (sólo le falta la cara operación para eliminar el pene) se encuentra con que la novia que tuvo cuando vivía como hombre ha fallecido… y le ha dejado un hijo. La situación del chaval no podía ser más complicada. Vive en el campo con hermanos nacidos de otros padres (dos adolescentes, Riley y Levi, y una chiquilla), y si no acepta ser la tutora de todos ellos se verán sumergidos en un sistema de acogida bastante tenebroso. La chispa de la maternidad despierta en ella, y se lanza a la aventura de criar esta dispar familia. Pero las cosas obviamente no serán fáciles. Mientras se adapta a la situación debe lidiar con su peligroso trabajo a las órdenes de un empleador que le tiene cariño y la trata bien pero que dada su naturaleza criminal puede ser volátil. En la nueva vida los peligros vendrán de la mano del violento dueño de la casa, que se cobra el alquiler en sexo con Riley. Y en el aspecto sentimental, su relación con un apuesto lugareño será también un paso complicado, dado el físico de ella.

Esta Mia (encarnada por una como siempre estupenda Chloë Sevigny) es un rol con grandes conflictos internos, lleno de dudas que le impiden avanzar en una dirección clara. Deambula y se tropieza constantemente, pero su carencia de determinación va siendo mitigada por el amor que van despertando en ella los niños que acoge. Estos también poseen un dibujo exquisito, redondeado por las acertadas interpretaciones de sus actores (loables teniendo en cuenta las edades de algunos), y con ellos se exponen tramas de enorme calidad e interés. Dificultades de aprendizaje debido a la situación, conflictos de identidad sexual (el chaval se hace un lío del quince con la extraña situación que vive), embarazos imprevistos, malos tratos por parte de compañeros de escuela (genial la progresión de esta situación), conflicto amoroso que no se había abordado nunca antes con tanta claridad y valentía…

Las situaciones dolorosas y dramáticas son expuestas con nitidez, y algunas de sórdidas o trágicas resultan perturbadoras. Por ejemplo, las escenas de Mia odiando su físico y golpeando su pene (todo mostrado bien clarito) sin duda son necesarias para la confección del personaje y tienen la intención de mostrar problemas habituales en la vida de algunos travestis, pero no por ello el trago es fácil de digerir. Las miserias de las clases bajas británicas, como afecta a los jóvenes la situación de desamparo y la falta de padres, los problemas sentimentales derivados de la sexualidad y otros temas dramáticos son tratados con sumo detallismo y con gran capacidad para atraer al espectador dentro de la peculiar familia, pues a pesar de ser uno de los dramones más duros de los últimos años atrapa desde las primeras escenas y no te deja escapar. Además una puesta en escena de primerísimo nivel, en especial con una fotografía magistral y una selección musical muy bien empleada, exprime al máximo los guiones y ofrece una serie con un aura fascinante.

Sin embargo, algunos peros afean una propuesta que nacía con potencial para ser sobresaliente. El ritmo es intenso pero a veces peca de lento, algo que en seis episodios no debería ocurrir. Pero no es grave comparado con un agujero notable en la historia: el jefe de Mia. La idea de que ella sea una asesina funciona tanto en el dibujo del personaje como en las excelentes escenas que da, pero su empleador por el contrario es un rol demasiado cogido por los pelos. No me convence lo más mínimo que un delincuente de un nivel como para encargar un asesinato casi todas las semanas sea un don nadie que trabaja solo, sin compinches ni entramado criminal alguno; de hecho, cuando toma a Levi como ayudante queda bien claro que no parece dedicarse a algo grande ni tiene un equipo a sus órdenes. Esta cojera aumenta conforme pasan los episodios, hasta confluir en un desenlace de temporada que deja una ligera mala sensación. El capítulo final pierde el foco bastante, yéndose por las ramas (la parte de la familia feriante de Mia no está bien trabajada) y contando con mucho metraje que no ofrece nada tangible (la lentitud aquí sí es digna de mención, de hecho los rellenos a base de canciones molestan), como si los guionistas no supieran hacia dónde ir. Además, el clímax final con el enfrentamiento entre Mia y el jefe, de forzado y poco creíble desentona muchísimo en una serie tan centrada.

Hit & Miss nace como un drama valiente muy bien planteado y edificado con sabiduría, y si bien falla en el final de temporada aún tiene un potencial enorme que puede dar una gran serie.

Edito: poco después de escribir este artículo, la serie fue cancelada.

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