CALIFORNICATION – TEMPORADA 3.


Showtime | 2009
Productores ejecutivos: Tom Kapinos, David Duchovny.
Intérpretes: David Duchovny, Natascha McElhone, Evan Handler, Madeleine Martin, Pamela Adlon, Kathleen Turner, Ember Davitz, Eva Amurri, Ellen Woglom, Peter Gallagher, Diane Farr.
Valoración:

De Californication no se habla tanto como de otras series que, aunque no ofrezcan algo tan atractivo y de tanta calidad, misteriosamente tienen mucha más repercusión. No sé si es porque se infravalora y la ve poca gente o porque al ser más para adultos en Internet no se comenta tanto, pero a mí me parece una producción de notable y un entremetimiento muy adictivo y fácil de ver.

Ya dije en las anteriores temporadas que la fórmula clásica de la relación en tensión no es fácil de extender, y menos con habilidad y originalidad, pero por ahora Californication aguanta el tipo con mucha entereza. Sí, a veces da la sensación de que la relación entre Hank y Karen se deja un poco en suspenso, pero es que si en todos los episodios tratasen ese tema entonces sí que sería exprimida demasiado rápido. Los guionistas saben aportar otras buenas historias que lleven a los personajes en sentidos concretos e interesantes, y lo hacen siguiendo otra fórmula que por ahora también está funcionando muy bien: la inclusión en cada temporada de uno o varios secundarios alrededor de los que dirigir las vivencias de los protagonistas. Si en la sesión anterior fue el excéntrico roquero aquí se han presentado varios caracteres tan interesantes y sólidos como los personajes principales: la profesora británica (Embeth Davidtz) y su familia, la alumna voluptuosa (Eva Amurri), la ayudante en la universidad (Diane Farr) y la editora jefa de Charlie (una sorprendentemente sucia Kathleen Turner que deja una frase mítica: Colliny out). Alrededor de estos excelentes caracteres se construyen las habituales historias de sexo desenfrenado y casi surrealista, las desventuras de Moody como padre, amante y escritor, la todavía estupenda relación con su amigo Charlie, etc. Los guionistas siguen obteniendo capítulos muy dinámicos llenos de situaciones divertidísimas (tanto por originales como por simples pero retorcidas con un toque cuasi absurdo muy acertado), y no puedo pasar de citar un momento cumbre memorable, el episodio The Apartment, que como su nombre indica se desarrolla únicamente en el apartamento de Hank y que se alza como el mejor capítulo de la serie hasta la fecha.

El final de temporada ha sido lógico, coherente y en general del nivel esperado en esta producción, pero no me ha gustado, porque es brutal y durísimo, y con lo bien que me caen los personajes me parece una tocada de huevos excesiva. Siempre ha sido lo que llaman una dramedia (comedia con drama o drama tirando al absurdo), pero el final es desgarrador. Y no creo que las relaciones amorosas y familiares de los protagonistas puedan volver a encaminarse después de eso. En otras palabras, los guionistas se han montado un final de esos que pueden hacer a la serie saltar el tiburón. Espero muy impacientemente la cuarta temporada para ver si son capaces de sacar a Moody del entuerto con la misma habilidad demostrada hasta ahora o si deben hacer un giro de esos que detesto donde sin mucho esfuerzo se pone todo como estaba antes para seguir con la serie de forma estándar. Pero ya habrá tiempo de lamentarse cuando llegue dicha situación; disfrutemos mientras de una comedia excelente con unos personajes adorables y un sentido del humor muy eficaz.

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