Netflix | 2019
Ciencia-fícción | 18 ep. de 5-17 min.
Productores ejecutivos: Tim Miller, David Fincher, Victoria L. Howard, Joshua Donen, Jennifer Miller.
Intérpretes: Josh Brenner, Maurice Lamarche, Kevin Michael Richardson, Samira Wiley, Mary Elizabeth Winstead, Topher Grace, Gary Cole…
Valoración:
|
Love, Death & Robots (Amor, muerte y robots) ha sido creada por dos nombres tan conocidos como Tim Miller (Deadpool, 2016) y David Fincher (Seven, 1995). Este último pondría el proyecto en marcha y poco más, porque el aspecto creativo lo dirige el primero con la colaboración de Joshua Donen, Victoria L. Howard, Jennifer Miller y sobre todo el guionista Philip Gellat (autor de la horrenda Europa Report -2013-). Inspirándose en Heavy Metal (Gerald Potterton, 2000), una cinta que reunía varios cortometrajes de fantasía y ciencia-ficción de distinto estilo y tono adulto, nos ofrecen dieciocho cortos de entre cinco y diecisiete minutos, animados cada uno por una compañía distinta.
Se generaron muchas expectativas antes del estreno, y deberían haberse diluido rápidamente con el visionado, pero ha sido uno de estos casos en que Netflix infla muy bien la burbuja y genera una corriente mediática contra la que no puedes ir para no quedar de rarito. Antes del lanzamiento aparecieron muchas críticas poniéndola por las nubes, todas con el tufillo a notas de prensa adornadas con demasiados halagos para algo que no habían visto entero. Luego se sumaron al carro todos los medios y blogs que viven del clicbait, de los cebos sin contenido de calidad, así que contribuyeron a crear un aura de producto de alto nivel. Imbuido por ese ambiente y por el formato de aspecto novedoso, la recepción del público generalista fue bastante entusiasta. Pocas voces disintieron, o lograron hacerse oir entre tanta inflación mediática, y mostraron con más fidelidad la poca calidad del producto final. Tan poca, que no ha podido manter la burbuja hasta la segunda temporada, donde aun ofreciendo lo mismo (pero en menos cantidad, con lo que debería aburrir menos), ya el consenso se inclina más hacia al de obra con potencial pero bastante fallida.
De un buen corto se espera que impacte con una historia original, inesperada o incluso rompedora, y si el argumento no exige un acabado más tradicional y permite dejar volar la imaginación, también que deslumbre en lo visual. En Love, Death & Roots sólo destacaría unos pocos que alcanzan las mínimas exigencias, es decir, de catalogar como buenos, pero no son como para dejarte marcado de por vida. El resto, unos pocos entretenidos pero olvidables, mucha morralla completamente insustancial, y algunos que pese a su brevedad se hacen cargantes.
Es una serie que apunta al público adolescente más fácil de complacer: ofrece historias básicas y trilladas de héroes, robots, alienígenas y batallas apocalípticas, con algo de erotismo y sangre en cantidad. En cambio, de amor y romance no hay nada. Se caracteriza por una importante falta de trascendencia e inteligencia, habiendo poco que rescatar entre un sinfín de historias repetitivas y predecibles. La anunciada violencia y el erotismo van de irreverentes y adultos, pero resultan bastante gratuitos, porque prácticamente no hay historias, escenarios o atmósferas que los justifiquen: aventuras con calado dramático serio, romances que necesiten sensualidad, situaciones que requieran sensaciones fuertes (terror, asco). Todo el esfuerzo se va al acabado, que cumple por lo general con nota en la animación, pero esto sólo expone los avances de la técnica, no una visión inspirada, siendo casi todos los capítulos bastante parcos en diseño artístico y dirección.
Muchas veces parece que estamos viendo un resumen de los animes más conocidos (“mechas” y peleas épicas a lo Evangelion y demás), otras que nos han colado una partida de un videojuego de tiros y fantasía. Las influencias de Matrix, la saga Alien, de imitaciones de estas, como Horizonte final, o de referentes modernos, como Gravity, son demasiado evidentes. Pocas veces se salen de este ámbito, dando la sensación de que la mitad de los capítulos se basan en la misma premisa: matar bichos con muchos tiros y sangre.
Tres robots, La testigo, Buena caza y Zima Blue son los únicos que entran en la categoría de cortos auténticos, de relatos breves pero capaces de sorprender por su inventiva en argumento y en lo visual. La ventaja de Sonnie, El vertedero, Cuando el yogur toma el poder y Punto ciego son bastante entretenidos, más por ritmo y simpatía que por imaginación e inteligencia, por lo que se ven bien pero no calan lo más mínimo. El resto son vulgares, aburridos o directamente tiempo perdido.
Coges cinco minutos al azar de Rick y Morty (Justin Roiland, Dan Harmon, 2013) o Futurama (Matt Groening, 1999) y encontrarás mucha más inteligencia y buen hacer. Y en cuanto a cortometrajes, en cualquier festival (Notodofilmest), en muchos canales de YouTube profesionales o amateurs, como Oats Studios, Dust, y en cualquier recopilatorio hallado en Google, los puedes encontrar mucho mejores.
Nota: Por alguna razón, Netflix España decidió inventarse su propio orden de episodios, y parece que además ofrece varias versiones. Yo listo el que estimaron oportuno sus creadores.
Tras el salto encontraréis el análisis por capítulos.
Sigue leyendo →