COPPER – TEMPORADA 1.

BBC America | 2012
Drama, Suspense | 13 ep. de 44 min.
Productores ejecutivos: Tom Fontana, Barry Levinson, Willi Rokos.
Intérpretes: Tom Weston-Jones, Kyle Schmid, Anastasia Griffith, Ato Essandoh, Kevin Ryan, Dylan Taylor, Kiara Glasco, Tessa Thompson, Franka Potente.
Valoración:

En la década de 1860 el barrio Five Points de Nueva York es un hervidero de caos, inmundicia y crímenes propiciados por la pobreza y la mezcolanza de culturas, y el ambiente está aún más enrarecido debido a los recientes disturbios y a las heridas que está dejando la Guerra de Secesión que se libra en el sur pero tiene su repercusión en todas partes.

Kevin Corcoran (Tom Weston-Jones) es un detective que ha terminado su servicio militar y vuelve para encontrarse que su hija ha fallecido y su mujer desaparecido. Su retorno estará pues marcado por la desesperación de hallar pistas que resuelvan el misterio. En el conflicto hizo nuevos amigos, un médico negro (Matthew Freeman –Ato Essandoh-) que sufre el racismo a diario y un joven rico al que salvó la vida con ayuda del doctor (Robert Morehouse –Kyle Schmid-) y que no se deja avasallar por su poderoso padre y sigue su propia agenda. Ambos serán de gran ayuda en las investigaciones que lleva a cabo con sus fieles Andrew O’Bryan (Dylan Taylor), fuerte pero gentil, y Francis Maguire (Kevin Ryan), sombrío y rudo. Corcoran ahoga sus penas con una prostituta llamada Eva (Franka Potente), quien está claramente enamorada de él y hará cualquier cosa por no perderlo.

En uno de sus nuevos casos Corcoran se encuentra con una niña de unos diez años que ha sido forzada a prostituirse (una impresionante Kiara Glasco). La chiquilla está mentalmente destrozada y supone una carga enorme, por no decir que resulta espeluznante cuando le da por hacerse la adulta y ofrecer sexo. En este caso cae en la órbita de una ricachona con la que podría iniciar una relación (Anastasia Griffith), pero con la niñata de por medio y el recuerdo de la esposa todavía doliendo todo se complica.

Copper es un policial bastante clásico, y aunque en los primeros episodios se tontea bastante mal con el procedimental moderno (con la exagerada ciencia del amigo médico), por suerte es algo que pronto se minimiza y la narración se decanta por un estilo más serio y centrado en los personajes donde los casos suelen durar varios episodios y siempre tienen repercusiones en ellos. De hecho, sorprende también que la búsqueda de respuestas de Corcoran da frutos rápidamente en esta corta temporada (de 10 capítulos), sin extenderse como en otros policíacos eternamente hasta que se avise de la cancelación de la serie.

New York es caótica y sucia, la población inculta y bruta; la suciedad y pobreza campa a sus anchas en los barrios obreros y la ostentación es el día a día en los ricos, mientras que la ley se la reparten también según sus recursos: a golpe de puño y de billete. La guerra se huele en el ambiente, no solo porque veamos sus consecuencias directamente en los protagonistas, sino también porque hay varias tramas relacionadas, como la de los atentados (que resulta algo exagerada, todo sea dicho). Lo mismo pasa con los recientes motines del barrio de las cinco esquinas (vistos en la cinta de Martin Scorsese, Gangs of New York), cuyo recuerdo todavía duele y el temor de que pueda volver a ocurrir flota en el aire.

El microcosmos por donde habitan los caracteres refleja muy bien la situación. Los roles, tanto principales como secundarios, son todos buscavidas que oscilan entre el animal que usa la violencia como método de vida y supervivencia (el propio Corcoran) y el que se aprovecha de la situación complicada de otros (el capitán de policía lo hace con pequeñeces, pero el padre de Robert lo hace a lo grande). Todos tienen su lado sombrío y trágico que a veces se sobrepone a la razón. Muchos han sufrido más allá de lo resistible por un ser humano y son incapaces de encontrar su rumbo en el mundo; en este sentido, la trama de la niña violada llega a resultar escalofriante y durísima. De hecho, como resultado de la época dura en que viven, los protagonistas ven modificadas sus vidas a golpe de tragedia constante: es impresionante la cantidad de secundarios relevantes que mueren y deforman todo este microcosmos en un instante.

En los personajes destaca otro gran punto a favor: la química y complicidad entre ellos se maneja muy bien y resulta crucial en muchos momentos, pues miradas y gestos hablan tanto como las palabras. Los actores, sin ser extraordinarios, están convincentes en sus papeles, y en concreto Tom Weston-Jones sorprende bastante después de su flojísima interpretación en Un mundo sin fin: aquí parece otro actor. Por el lado contrario, aunque todos tengan un lado tenebroso muy atractivo, ningún rol obedece a un dibujo complejo, y en ocasiones se fuerza su presencia en el capítulo: los guionistas se empeñan en meterlos a todos en casi todas las historias, hasta el punto de que parece que sólo ellos viven en la ciudad. Algunas secciones además, como la del médico y su mujer, no son especialmente llamativas.

Se nota que es una producción nada barata, porque la ambientación es exquisita, pero obviamente el dinero no es infinito y hay limitaciones… que son sorteadas con bastante atrevimiento, pues prácticamente todos los fondos en planos amplios son digitales, es decir, prácticamente todo lo que se ve de la ciudad está puesto en postproducción. Y se nota en ocasiones, pero no como para molestar. La dirección es francamente buena, y la fotografía resulta aún mejor, otorgando un tono oscuro que da un toque aún más sombrío a la ciudad y sus habitantes.

Aunque Copper claramente va destinada a un público adulto (es dura y sucia como pocas), también es evidente que pretende ser una aventura distendida, fácil de ver, pues no hace alarde alguno de trascendencia, densidad y complejidad como acostumbran a ofrecer las series de su rango de edad, sino que resulta un entretenimiento ligero y de nulo poso. Así pues, Copper es una producción bastante atípica, y si bien este primer año no resulta especialmente notable sí tiene calidad suficiente como para que te lo pases muy bien viéndola.

Copper es una creación de Tom Fontana y Barry Levinson (este último con larga carrera como productor, guionista y director en cine), que como demostraron en Oz son un expertos en ahondar en la violencia del ser humano. También supone la primera serie original de BBC America para EE.UU.

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