How to Make it in America HBO | 2011 Productores ejecutivos: Ian Edelman, Julian Farino, Stephen Levinson, Jada Miranda, Carole Kravetz Aykanian, Robb Weiss, Mark Walhberg, Intérpretes: Bryan Greenberg, Victor Rasuk, Lake Bell, Eddie Kaye Thomas, Luis Guzmán, Kid Kudi. Valoración: |
Ben y Cam continúan tratando de encontrar su camino en el mundo de la moda. La aventura en Japón, de donde traen material de calidad, les proporciona un buen empuje. Consiguen, no sin pocos trámites, asociarse con una buena agente de ventas… salvo que el acuerdo tiene bastante trampa, lo que generará roces entre los dos amigos. Mientras, René sigue su propio proyecto con la bebida energética Rasta Monsta. Aunque intenta jugar desde la legalidad, no siempre es fácil, y las mentiras minan su actual relación amorosa. Además se topa con un flipado que dice proteger a la comunidad rastafari, trama cuyo desenlace es delirante y magnífico.
Como era de esperar este año se incorporan o tienen más presencia personajes secundarios que amplían el universo de la serie. El fiel David, el amigo con dinero que les ayuda constantemente, aporta un toque de humor muy acertado y funciona de maravilla como el típico pringado que tiene éxito monetario pero no social. Domingo, el otro amigo de la pareja protagonista, toma protagonismo y se ve implicado en varias tramas (la venta de droga, la relación con la ex de Ben), aunque no es un rol tan bien definido como los demás. Y en menor medida aparecen otros interesantes jugadores, como un joven dedicado a la moda, la novia rarita de Cam, o el entusiasta representante que rechazan. Pero es sobre todo Rachel (Lake Bell), la ex de Ben, quien resulta un carácter bastante más consistente y mejor aprovechado que en la primera sesión: vemos como busca su lugar en la vida (tanto laboral como emocionalmente -delirante el viaje en bicicletas-), se muestra muy bien lo difícil que es a veces distanciarse de un ex novio (sin tópicos ni dramones previsibles… lo malo es que con la cancelación esta historia queda en el aire)… De hecho termina resultando tan encantadora cuando no aparece se la echa de menos.
Como Entourage (El séquito), esta serie pretende ser una aventura distendida y ligera, y por ello rehúye del drama intenso o duro. Pero a veces esta norma se lleva muy a rajatabla, hasta el punto de que en este segundo año he tenido muchas veces la sensación de que los reveses a los que se enfrentan Ben y Cam se resuelven de forma demasiado fácil y rápida, sin dar tiempo a crear tensión o intriga, y mucho menos preocupación. Cuando no sale todo bien por carambolas impresionantes (algo de lo que se abusa bastante) resulta que nuestros amigos tienen ideas geniales y mucha suerte justo en el momento necesario. Sabes que al final todo saldrá bien porque es prácticamente un canto a la esperanza, pero al menos cabría esperar un poco más de emoción por el camino, no sólo fiestas, mujeres y arte. René sí sufre más, pero porque es totalmente necesario para su proceso de maduración, si no el personaje sí que estaría definitivamente fuera de lugar. Y esa es otra: René, igual que en el año precedente, da la sensación de que queda muy ajeno al resto, aunque a veces se relacione incidentalmente. No puedo dejar de pensar que mostrar dos historias paralelas tan diferentes y con un estilo que parece para públicos distintos pudo ser un factor clave a la hora de no conseguir audiencias notables.
La falta de ambición y empaque impide que How to Make It in America pase la frontera del entretenimiento intrascendente. Entourage supo madurar muy bien, incluir tramas más intensas y oscuras, pero a How to… le han cortado el grifo y no sabremos si podría llegar a más… aunque de hecho, ya hubiera debido mostrar más fuerza este segundo año. Pero como pasatiempo es una serie fácil, divertida y que no deja malas sensaciones más allá de su brevedad y falta de riesgo, mientras que sí cuenta con buenas virtudes con las que enganchar: ritmo trepidante, personajes con los que se conecta muy bien, aspecto visual de primer nivel y con personalidad… Yo hubiera visto más temporadas con mucho gusto. Al menos el desenlace funciona bien como cierre de un capítulo importante en la historia de los protagonistas y no te deja colgado a medias.
Ver también:
– Temporada 1.