HUNG – TEMPORADA 2.

HBO | 2010
Productores ejecutivos: Colette Burston, Dimitri Lipkin, Noreen Halpern, John Morayniss, Michael Rosenberg.
Intérpretes: Thomas Jane, Jane Adams, Charlis Saxton, Sianoa Smit-McPhee, Anne Heche, Eddie Jemison, Rebecca Creskoff, Gregg Henry.
Valoración:

Ray y Tanya siguen tratando de sacar adelante su particular aventura en la prostitución masculina, tropezando con un montón de escollos que van desde la dificultad para encontrar clientes a los problemas personales que entran en conflicto con sus labores. Tanya intenta hacerse más fuerte para mantener a Ray, pues ahora se lo disputa con Lenore. Intenta ser más competitiva y dura en un mundo hostil que no deja lugar a los buenazos, pero ni lo tiene fácil ni se encuentra a gusto en ello. Sus conversaciones con el chulo que utiliza de mentor son delirantes, pero el momento cumbre de su incursión por el lado oscuro llega con la trama de la cliente a la que engaña, aquella que se lía con un profesor amigo de Ray creyendo el pobre hombre que salen por amor y ella que es un puto por el que paga a Tanya; cuando se descubre el engaño se lía parda. El propio Ray por su parte sigue enfrentándose a sus propios fantasmas: continúa albergando sentimientos hacia su ex, y más viendo que ella está en un bache en su matrimonio. De hecho Jessica va dejando de lado a Ronnie en algunas escenas muy logradas, como el discurso donde él explota al ver que su matrimonio hace aguas. Por el otro lado, los hijos de Ray no terminan de ser especialmente cruciales, quedan bastante relegados y terminan resultando únicamente su meta, es decir, su motivación de encontrar dinero para recuperar a su familia.

Como en la primera temporada, el ritmo es excelente, tanto por la facilidad que tiene para atrapar y entretener como a la hora de mover las tramas siempre hacia delante, sin historias que sean simple relleno. Sus personajes resultan muy creíbles y sus peripecias interesan bastante, en especial en los momentos cumbre, sean los previsibles (el acercamiento de Ray y Jessica) o los que resultan salidas casi delirantes (la caída al lado oscuro de Tanya y su desenlace). Además estos protagonistas no son los mismos tras acabar cada episodio, la evolución es notable y está muy bien llevada. Pocas series, sean comedias o no, pueden decir lo mismo. Destaca también el creciente protagonismo de los secundarios (el marido y el profesor), que dan para tramas que, aunque siempre giran alrededor de Ray y Tanya, ofrecen más perspectivas de las relaciones humanas, en especial las dificultades que surgen con el sexo y el amor.

No es una serie que supere el escalón entre lo bueno y lo notable, pero resulta un entretenimiento de calidad y diversión aseguradas. No todas van a ser maravillosas u horrorosas, claro. Eso sí, sigue con el problemilla de que con temporadas tan cortas te quedas con la miel en los labios.

Ver también:
Temporada 1.

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