Netflix | 2023 Drama, histórico | 10 ep. de 48-72 min. Productores ejecutivos: Peter Morgan, varios Intérpretes: Imelda Staunton, Jonathan Pryce, Dominic West, Elizabeth Debicki, Olivia Williams, Lesley Manville, Claudia Harrison, Ed Mcvey, Luther Ford, MegBellamy, Salim Daw, Khalid Abdalla, Andrew Havill, Marcia Warren, Olivia Colman, Claire Foy, Viola Prettejorn. Valoración: |
The Crown siempre ha andado con un equilibrio si no precario sí arriesgado en cuanto a qué historias contar, cuánto se aleja de la reina y de la corona para hablar de temas sociales y políticos, o en qué detalles triviales se apoya para evitar distanciarse demasiado. Esto se fue sorteando muy bien porque el equipo de Peter Morgan lograba narrar cualquier historia con gran sensibilidad y detallismo desde el guion y elegancia cuando no belleza en el acabado. Incluso alcanzó un pico ya inesperado de madurez en la cuarta temporada, que resultó redonda, brillante. Y precisamente por ello resultó chocante el gran bajón de la quinta. Parecía que había perdido la chispa y aparecía el desgaste, así que había expectación por cómo saldría la última etapa.
Hay cierta remontada, pero no tanto como decir que ha vuelto al nivel esperado. Sigue patente la irregularidad, con una falta de trascendencia y garra y sensación de poco avance lastrando gran parte del año. Pero lo bueno se impone en un tramo final que deja tan buenas impresiones que The Crown se va con un buen recuerdo. O al menos eso me ha parecido a mí, porque la crítica ha sido bastante despiadada tras estar años siendo muy complaciente.
En el tramo inicial se dedica demasiado tiempo a la princesa Diana y luego a su hijo William. En líneas generales, salvo un par de episodios un tanto justitos, consigue ser bastante entretenida, pero deja la sensación de que se dan demasiadas vueltas en círculos sobre los mismos conflictos: el acoso del periodismo, Diana perdida en la vida, William y Harry de fiestas y ligoteos, Al Fayed padre forzando la relación del hijo con la princesa…
Tiene alguna buena idea que recuerda a los hábiles requiebros narrativos de las anteriores temporadas para exponer perspectivas originales sobre los eventos históricos, como la distinta forma de trabajar de los periodistas modernos y antiguos. También funciona la esperable y contundente crítica a los medios de comunicación, sobre todo a los que viven de exponer la vida privada de los famosos. Pero aun así no logra conquistar como antaño, y sobre todo da la impresión de que el fatídico final de la vida de Diana llega sin causar tanto impacto como podría.
Cuando la reina, muy olvidada en la primera mitad del año, vuelve al juego, tampoco deja huella inicialmente, aunque por suerte la remontada en el tramo final es espectacular. No hay historias que aporten frescura, volvemos más tiempo de la cuenta a la premisa de si la corona está obsoleta y la reina fuera de lugar. Teniendo en cuenta que esto se tratará con mucho detenimiento en la parte final, Morgan debería haber buscado otros temas para el ecuador de la temporada. De hecho, da la impresión de que la llegada de Tony Blair (Bertie Carvel) traería algo más de movimiento, pero su presencia es breve, se resume mucho su mandato comparado con los de otros líderes previos.
Por suerte, con este polémico primer ministro Morgan mantiene la equidistancia mezclada con pequeñas puyas humorísticas para todos los gustos que ha caracterizado a la serie. Algunas críticas que dicen que es demasiado complaciente con la corona o con tal o cual político nunca han tenido sentido, más allá de que se pueda señalar que faltan cosas interesantes por contar. El autor muestra bastante bien, a pesar del poco tiempo que ocupa en pantalla, la forma en que el mandatario llegó despertando pasiones y se fue tildado de mentiroso y de criminal de guerra. Pero seguro que había más conflictos políticos y sociales con los que amenizarnos, y me temo que cada dos por tres volvemos a Diana (incluso tras fallecer, con nuevas investigaciones), William y la obsolescencia de la familia real.
El acto final se centra en algún deceso (la reina madre, Margaret) y la premonición de que la reina morirá algún día y hay que estar preparados, y obviamente ello da para hablar largo y tendido de los relevos. William se acerca a Kate Middleton, Charles consigue casarse con su amada Camilla, Harry debe dejar atrás la imagen de adolescente rebelde, Elizabeth repasa sus sacrificios y éxitos…
Aquí vuelven a combinarse en armonía las historias personales con los líos de la corona, y ganan fuerza el ingenio y el buen pulso de Peter Morgan: los flashbacks tan bien hilados a cuando Elizabeth y Margaret eran adolescentes, la dedicación a los últimos momentos de la vida de Margaret, con una sensibilidad y naturalidad dignas de aplaudir (y prepara pañuelos), el buen partido que saca puntualmente de la difícil posición de Charles y Williams como herederos, las lecciones que da Philip tan cómodo en el papel de eterno segundón, el análisis del inmovilismo contra la necesidad de las tradiciones, el detallismo de algunas historias secundarias (como el repaso a los distintos trabajos peculiares del palacio)…
Pensaba que iba a haber un salto temporal para mostrar el fallecimiento de la pareja real (Philip en 2021, Elizabeth en 2022), pero creo que ha sido mejor lo que ha hecho Morgan: quedarse en el cambio de milenio, por donde iba, y dejar la puerta abierta, en plan la historia sigue. El punto y aparte que da a cada personaje y a la situación de la corona es muy inteligente y sirve muy bien como final de serie.
En el acabado se mantiene la puesta en escena tan sobria y elegante, pero mi impresión es que en los cuatro primeros años pusieron algo más de esfuerzo en conseguir una impronta deslumbrante, y ahora van un poco a lo básico, eso sí, dentro de un nivel de primera calidad. Además, con el dinero y la experiencia previa cabría pensar que ya sabrían resolver mejor las escenas de multitudes, donde los efectos especiales cantan bastante todavía.
En el reparto, veo a Dominic West más cómodo en el papel, más Charles y menos él mismo, pero todavía me parece quedar por debajo del resto. Jonathan Pryce como Philip e Imelda Staunton como Elizabeth muestran de vez en cuando su descomunal talento, pero la contención de sus historias los limita bastante. Los jóvenes Ed McVey (William), Luther Ford (Harry) y Meg Bellamy (Kate Middleton) cumplen aunque sin dejar huella. El plantel de secundarios como siempre es excelente, destacando la gran despedida de Lesley Manville como Margaret. Cabe mencionar también las apariciones de las distintas encarnaciones de la reina, Claire Foy y Olivia Colman y añadiendo la versión adolecente encarnada por Viola Prettejohn, con tal parecido a Foy que pensaba que estaba hecha con efectos por ordenador. Estas presencias la vi llegar como un homenaje muy facilón, pero Morgan nos adentra con ellas en los pensamientos de la actual Elizabeth y resume la tribulaciones principales de su mandato con bastante sensibilidad, habiendo momentos muy emotivos.
Ver también:
– Temporada 1 (2016)
– Temporada 2 (2017)
– Temporada 3 (2019)
– Temporada 4 (2020)
– Temporada 5 (2022)
-> Temporada 6 (2023)