JUSTIFIED – TEMPORADA 1

FX | 2010
Suspense, acción, drama | 13 ep. de 45 min.
Productores ejecutivos: Graham Yost, Michael Dinner, Elmore Leonard.
Intérpretes: Timothy Olyphant, Walton Goggings, Joelle Carter, Nick Searcy, Jacob Pitts, Erica Tazel, Natalie Zea, Raymond J. Barry, Linda Gehringer, M. C. Gainey, David Meunier, Rick Gomez, William Ragsdale, Brent Sexton, Damon Herriman.
Valoración:

Justified es una creación para el canal FX cuyas riendas lleva Graham Yost. Este guionista ha ido saltando entre el cine y la televisión con algunos éxitos comerciales como Speed (1994), Broken Arrow (1996), Misión a Marte (2000) o De la Tierra a la Luna (1998), y algún batacazo, como la ambiciosa Metropolis (2002), una premisa muy potente que no llegó a calar, o la fallida Falling Skies (2011). También destaca su participación en las monumentales John Adams (2008), Hermanos de sangre (2001) y su no tan lograda secuela The Pacific (2010).

Se apoya en unos cuantos productores y guionistas, pero destacaría que el actor principal, Timothy Olyphant, entró como productor en el segundo año, y que colaboró activamente el autor en que se inspiran, Elmore Leonard (en la foto), hasta su fallecimiento en 2013, al término de la cuarta temporada. El protagonista aparece en tres novelas suyas, pero concretamente usan como punto de partida el relato Fuego en el agujero (2002), y supongo que de ahí tirarían por donde mejor les conviniera. Leonard fue un escritor muy respetado, cuyos trabajos han sido adaptados en westerns de éxito como El tren de las 3:10 (1957, 2007) o Joe Kidd (1972) y thrillers famosos como Jackie Brown (1997) o Un romance muy peligroso (1998). Sin embargo, lo más llamativo en la promoción de la serie siempre ha sido el carismático Olyphant, de sobra conocido por su interpretación en Deadwood (2004) del sheriff de moral intachable, estilo con el que aquí repite en una línea más oscura.

Con la coletilla La ley de Raylan en España, Justified sigue las andanzas del marshal Raylan Givens, quien en su labor de dar alcance a criminales fugados utiliza un código de honor, una violencia y un sombrero propios del Salvaje Oeste, creyendo tener justificación para vapulear y disparar a placer a los sospechosos.

Su carrera en Miami se ve truncada cuando abate a sangre fría a un mafioso al que le tenía ganas, y para quitarse el follón de encima sus superiores lo mandan de vuelta a su tierra natal, la conservadora Kentucky, donde en cada condado reina la familia más fuerte. En el suyo, Harlan, pronto empiezan a acosarlo los fantasmas del pasado.

Algunos individuos con los que creció son ahora peligrosos criminales, en especial Boyd Crowder (Walton Goggins, dado a conocer en la imprescindible The Shield -2002-), aficionado a explotar cosas por diversión y que podría estar aumentando su currículo hasta incluir las bandas organizadas y el asesinato, y se intuye que tarde o temprano liderará el peligroso clan Crowder. Otros son malechores de poca monta, como Dewe Crowe (Damon Herriman) o Johnny Crowder (David Meunier). Y la sombra de las mafias de Miami y Detroit estarán presentes varias temporadas: todos quieren exprimir a los muchos yonkis de Kentucky. Cabe señalar que Boyd sufrió el típico caso de ser un personaje que moría en el episodio piloto que se mostró a audiencias de prueba pero fue tan bien recibido que se mantuvo con vida.

La exesposa de Raylan, Winona (Natalie Zea, secundaria en muchas series), está casada con un mindundi, Gary (William Ragsdale). Viejas conocidas se le tiran en brazos, como Ava Crowder (Joelle Carter). Su odiado padre Arlo (Raymond J. Barry) es un desastre que siempre tantea el mundo del crimen, y su tía Helen (Linda Gehringer), ahora viviendo con él, no se sabe muy bien de qué pie cojea. Su peculiar forma de ser lo mete en líos con sus compañeros de la oficina local de los Marshal y el juzgado: los agentes Rachel Brooks (Erica Tazel) y Tim Gutterson (Jacobs Pitts), el fiscal David Vasquez (Rick Gomez) e incluso su permisivo jefe Art Mullen (Nick Searcy).

Este etapa inicial es bastante irregular en forma y contenido, y confundió e incluso espantó a espectadores que no han llegado avisados de que la serie crecerá mucho, consiguiendo un estilo propio a la hora de abordar el género policíaco y el western que la catapultó a obra de culto. Yo mismo la dejé a medias, volví a ella porque las críticas mejoraban con el paso de los años, y acabé enganchado irremediablemente en la estupenda segunda temporada.

De entrada no termina de dejar claros estilo y argumento, si es un procedimental estándar de episodios auto conclusivos y una trama global que nunca parece llegar a nada, o si es un drama más complejo con historias de largo recorrido; si es un policíaco al uso o un western crepuscular; si son aventuras sin trascendencia o pretende un retrato costumbrista más elaborado… La citada personalidad se deja ver en algunos capítulos muy completos e interesantes, pero se diluye en otros menos conseguidos y un tramo central bastante pobre y aburrido.

También destaca para mal una puesta en escena muy parca, con una fotografía espantosa y un montaje muy mejorable que deslucen mucho las localizaciones y los duelos, y que patina a lo grande en algunos momentos especialmente cutres, como los viajes en coche con esas pantallas de fondo tan cantosas. No sé si fue por falta de dinero, cosa que dudo dado que está casi todo rodado en vistosos exteriores, o de ganas y talento. Otro extra negativo, al menos para los que no han abrazado todavía la versión original con subtítulos, lo pone el penoso doblaje, no ya porque se carga los acentos, los estratos sociales y culturales, sino porque las voces son chirriantes y sin alma. También tiene un tema para los créditos áspero y difícil de primeras, una mezca de country y rap extraña, pero a la larga me terminó enganchando.

En tierra de nadie tenemos algo que no es por sí mismo un fallo sino una decepción, y me temo que por desgracia será recurrente en toda la serie: la falta de relevancia de los compañeros agentes y la típica y cansina relación en tensión improvisada con la ex. Solo el jefe tiene cierto protagonismo, mientras que Tim y Rachel quedan muy olvidados a pesar de su potencial, de los buenos momentos que dan juntos. De hecho, no se entiende que aparezcan siempre en los créditos iniciales si los delincuentes habituales tienen muchísima más presencia. Y Winona entrará y saldrá de la vida de Raylan según la inspiración del momento de los guionistas, y es una pena, porque la cosa apuntaba maneras.

Por el lado bueno, empieza a asentar la riqueza de personajes secundarios e historias, que alcanzan cotas muy interesantes en los mejores episodios, y si bien como decía ese estilo tan marcado solo se intuye, debo defenderlo bien porque será primordial en la maduración de la serie.

Givens es un personaje con un carisma y un estilo arrollador, sobre todo gracias a la magnética interpretación de Timothy Olyphant, pero también por el cariño que ponen los guionistas en él, y en el esfuerzo para que sus disparatadas aventuras no caigan en líneas predecibles o inverosímiles. Los choques con los criminales y con la propia ley tras sus excesos son muy variados y por lo general enriquecidos con giros impredecibles y un tono de humor gamberro que va asentándose con el tiempo. Especialmente intrigante resulta Boyd, cuyo apasionante viaje como archivillano de Raylan apenas acaba de empezar.

Por extensión, también se va asentando el tono tan característico con que los autores describen con gran realismo la desangelada, empobrecida y retrógrada Kentucky (y eso a pesar de que se rodó en los alrededores de Los Ángeles). Nos adentramos en un ambiente melancólico cuando no trágico donde la miseria, las drogas y la violencia dirigen las vidas de gran parte de la población. Pero el drama pronto toma un inesperado cariz de humor socarrón cuando no directamente negro. Los malhechores son incultos y torpes, viven arrastrándose entre caravanas y bosques, sus fechorías son lamentables, y Raylan se ríe y abusa de ellos sin miramientos. Solo los líderes de las distintas facciones demuestran que para llegar alto hace falta inteligencia y experiencia. Cabe destacar que incluso algunos de los criminales que solo aparecerán en un episodio terminan dejando huella con unas personalidades muy trabajadas, como el dentista o el fiador… Pero obviamente en los capítulos más flojos hay poco que rescatar salvo el esperable momento de lucimiento de Raylan.

Justified tiene difícil deslumbrar con su potencial en una temporada en un primer vistazo tan irregular, pero gana con los revisionados, pues se confirma que los autores tenían bastante bien planeado a dónde querían llegar, y con la familiaridad con su estilo y protagonistas se disfrutan mejor estos caóticos primeros pasos.

Ver también:
-> Temporada 1 (2010)
Temporada 2 (2011)
Temporada 3 (2012)
Temporada 4 (2013)
Temporada 5 (2014)
Temporada 6 y final (2015)
Ciudad salvaje (2023)

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