Al igual que indicaba en el blog de cine, no es que me llamen mucho las listas, pero he visto tal cantidad de despropósitos en diversos blogs (donde se empeñan en adorar series menores como Dexter, Friday Night Lights, Mujeres desesperadas o The Big Bang Theory) y también en medios supuestamente importantes (el Hollywood Reporter cita bobadas como 30 Rock o 24) que al final no he podido evitar dar mi punto de vista.
He pensado bastante sin incluir sólo las estrenadas a partir del año 2000 o no, y me he decantado por pensar que si una determinada serie tiene temporadas a partir de ese año lo justo es contarlas. También me he debatido contra la dificultad de si tener en cuenta o no las temporadas que tienen la mitad en un año y la otra mitad en otro, y al final considero que vale para ambos años. He decidido poner quince y no diez ni veinte porque creo que es el número que incluye las series que son verdaderamente de notable alto o sobresaliente, aunque haya dejado fuera algunas también indispensables (Deadwood, Rome, Futurama, Friends, Over There). El orden sirve como guía, pues algunos puestos podría cambiarlos cada vez que mirase de nuevo la lista.
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1. Urgencias (John Wells, Christopher Chulack y otros, temporadas 6-15).
La mejor serie de la historia, y punto. No pierde fuelle en ningún instante, y eso que el tramo de las temporadas 5-9 es insuperable. Vergonzoso que la gente la haya olvidado en sus listas a favor de series recientes puestas de moda pero de dudosísima calidad.
2. Carnivàle (Daniel Knauf, temporadas 1-2).
Cautivadora y sublime en cada plano, en cada escena. Sencillamente perfecta. Tenéis un comentario más extenso en su presentación.
3. Bajo escucha (The Wire) (David Simon, temporadas 1-5).
Fue un estreno que pasó bastante desapercibido, pero el tiempo y el boca a boca la pusieron en su lugar. En resumen, es un hipnótico e hiperrealista retrato de ciudad Baltimore, con historias y personajes sublimes.
4. El Ala Oeste de la Casa Blanca (Aaron Sorkin, Thomas Schlamme y John Wells, temporadas 1-7).
Soberbia lección de escritura y realización que supera incluso a gran parte del cine de la misma época. Obra maestra en sus primeras cuatro temporadas, aunque a John Wells le costó mantener el nivel dejado por Aaron Sorkin: “solo” se mantuvo entre el notable y el sobresaliente (alcanzado en la última temporada, donde por fin cogió su ritmo).
5. Firefly (Joss Whedon, temporada 1).
La FOX cometió uno de los errores más grandes de la historia del arte al cancelar semejante maravilla. El tiempo la puso en su lugar. Es de visionado obligatorio, una demostración ejemplar de cómo unir entretenimiento sin pretensiones con altísima calidad. Más en su guía de episodios.
6. Los Soprano (David Chase, temporadas 2-5).
Otra genialidad de la HBO. Enormes personajes, reparto que corta la respiración, y una visión irónica de la vida. Fue el mayor éxito de fama y audiencia de la cadena.
7. A dos metros bajo tierra (Alan Ball, temporadas 1-5).
Ésta y Los Soprano fueron primordiales en lo que se denominó la era dorada de las series. Una obra maestra que versa sobre las relaciones humanas, sobre las dificultades de la vida. Los personajes y sus actores, de lo mejor que se ha visto.
8. The Shield (Shawn Ryan, temporadas 1-7).
Espléndida producción de acción que puede describirse como una de las series más atrevidas y arriesgadas. Siempre supo forzar la historia un poco más sin acabar estrellándose (al contrario que mediocridades como 24). Adictiva como pocas.
9. Hermanos de sangre (Tom Hanks, Steven Spielberg, temporada 1).
O cómo la HBO sobrepasó a lo grande la frontera entre cine y televisión. Una producción inmensa de resultados impresionantes.
10. The Office (Versión de EE.UU.; Ricky Gervais, Greg Daniels, otros, temporadas 1-6).
Casi sin darnos cuenta se ha alzado como la mejor comedia de la historia (porque desde mi punto de vista supera a Friends). No sólo destaca por su excelente sentido del humor, sino también por sus magníficos personajes y la capacidad que tienen los guionistas para ir siempre más allá. Es una serie que demuestra que el inmovilismo (por ejemplo House y otros procedimentales) es matar la creatividad y el potencial de las series.
11. Los Tudor (Michael Hirst, Tim Bevan, Sheila Hockin, Eric Fellner…, temporadas 1-4).
Fastuosa producción sobre la vida de Enrique VIII, cuidando de forma espectacular las tramas de política y amores en la corte. Reparto y personajes sublimes, vestuario y fotografía de enorme calidad.
12. Entourage (El séquito) (Doug Ellin, Mark Wahlberg, temporadas 1-6).
No empezó fuerte, pero pronto su cohesionado grupo de geniales personajes y su microcosmos en plan pseudo-realidad alternativa del mundo de Hollywood, amén de su exquisita puesta en escena y su ritmo trepidante, hicieron de ella otra de las series más memorables de los últimos años.
13. Big Love (Mark V. Olsen, Will Scheffer, temporadas 1-4).
Aunque menos conocida que sus grandes dramas, el retrato de la familia mormona y polígama es una fantástica descripción de las distintas culturas y sociedades humanas y el choque entre ellas.
14. Arrested Development (Mithcell Hurwitz, temporadas 1-3).
Ofreció un tipo de humor adelantado unos cuantos años a su tiempo. Hoy día hubiera triunfado como The Office, pero en su momento nadie supo entenderla. Es única, irrepetible y fascinante.
15. Studio 60 (Aaron Sorkin, temporada 1).
Otra cancelación dolorosa de una producción magnífica. Aun con sus notables fallos, Sorkin consiguió otra endiablada maravilla que sorprendentemente no conectó con público y crítica como se esperaba. Más en su presentación y en su su guía de episodios.